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En la calle de la “Grange-Batelière”, en París, fue gestada la idea de llevar a cabo una subasta millonaria de arte precolombino.
Esta calle es una fortaleza de talleres parisinos, proveedores y promotores de arte, ahí se pueden escuchar los nombres de los artistas de más alto glamour.
Los andadores están llenos de colecciones y piezas únicas, se observan cajas de cartón misteriosas y cuidadosamente arregladas, las fechadas de las tiendas son pequeñas, pero en su interior guardan gigantescas historias.
Así es el distrito nueve de París, donde se encuentra una de las sucursales de la casa de ventas MILLON, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIX. Sus dueños son visionarios subastadores: Maître Claude Robert y Maître Joël-Marie Millon.
La casa MILLON está desarrollando sus ubicaciones a través del eje europeo y está constantemente fortaleciendo su presencia en Tokio, Beijing , Dubai, Nueva York, Jerusalén, Casablanca, Marrakech, demostrando ser líderes en el mercado de subastas desde 1925.
Esta semana se realizó una subasta millonaria de arte precolombino en dicha casa y el embajador de México en Francia, Juan Manuel Gómez Robledo, reprobó y denunció la subasta en la que se encontraban piezas arqueológicas prehispánicas de México.
Con una conferencia y una aparición en el Hotel Drouot de París para impedir la venta, encabezó una iniciativa del gobierno encaminada a defender en el extranjero lo que se considera patrimonio nacional.
El embajador Gómez Robledo, por medio de las secretarías de Cultura y Relaciones Exteriores (SRE), hizo un llamado para que la casa de subasta suspendiera la venta de 120 piezas de arte precolombino, de las cuales 95 pertenecen al patrimonio cultural de México, específicamente de lugares como Teotihuacán, Guerrero, Oaxaca, así como de diversos estados del sureste, en la región de la cultura Olmeca y Maya.
Entre las piezas que estuvieron a la venta se habla de Venus, la diosa de la fertilidad, la estatuilla de la diosa del agua Chalchihutlicue, estatuillas de diferentes tamaños de piedra volcánica y máscaras. La procedencia es incierta y aun así las colecciones privadas fueron subastadas en París, con valores que fluctúan entre los 1.2 millones de euros.
El representante de la Cancillería y embajada de México en Francia explicaron que estas acciones fomentan las excavaciones ilícitas, el saqueo, el tráfico ilícito y las falsificaciones de arte, privan a las piezas arqueológicas de su esencia cultural histórica y simbólica, “reduciéndolas a objetos de decoración, que socavan la integridad de las culturas y por ende de la humanidad entera”.
María Villarreal Escárrega, coordinadora nacional de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), enfatizó en que los peritajes realizados al catálogo de subasta en línea permiten identificar que cerca de 20 piezas podrían ser de reciente manufactura, aunque se anuncian como piezas de valor arqueológico.
En MILLON, a días de haber realizado la subasta millonaria, aún se encuentran los posters y algunas piezas que estaban en el catálogo.
Junto a abrigos exclusivos, pinturas y objetos de decoración, quedarán guardadas nuestras raíces a pesar de la fuerte lucha de las autoridades representantes de México en Francia.