París, Francia
El ecoturismo es una modalidad del turismo de naturaleza que se activó como alternativa al turismo tradicional para poder disfrutar de vacaciones más seguras y con menos riesgos de contagio ante la pandemia del Covid-19. Es a su vez la base de la economía de las comunidades donde se desarrolla.
En Francia, en la región de La Camarga, al sur del país galo, se realizaron esfuerzos de promoción turísticas este verano para activar el ecoturismo. Es una zona que rescata los recursos naturales en el presente para que futuras generaciones tengan la oportunidad de aprovecharlos, mientras se fomenta un crecimiento social, cultural y económico de la población local.
La Camarga ocupa una superficie de 150 mil hectáreas tierra y mar, cubierta de estanques y lagunas, es una tierra de cría de caballos y toros. Se puede caminar libremente en el Parque Natural Regional de La Camarga entre flamingos y cientos de otras especies de aves.
Visitar La Camarga significa descubrir una magnífica región francesa. Una zona famosa por sus espacios naturales vírgenes, su excepcional flora y fauna, su cría de caballos y los lugares en donde poder ver y descubrir las manadas de toros en libertad. Descubrir esa cultura es elegir un destino ideal para disfrutar de la naturaleza.
Viajar después del Covid-19 ha cambiado la cara al turismo en el mundo. Uno de los sectores más golpeados por la actual crisis ha sido éste, que se enfrenta al reto de activarse con el temor a un rebrote, pero también al agotamiento social generado por el confinamiento.
La pandemia está condicionando hábitos que hasta ahora parecían plenamente consolidados. El turismo no sólo afronta la crisis coyuntural de este año a consecuencia del coronavirus, sino que se puede ver reformulado en un futuro cuando la enfermedad quede controlada. La propuesta de realizar actividades al aire libre sin aglomeraciones y evitando el contacto con personas empuja al ecoturismo a la opción uno.
Según la Organización Mundial de Turismo, el turismo en 2020 se redujo entre 60% y 80%, y se vieron afectados cerca de 100 y 120 millones de empleos. Se trata del peor resultado desde 1950 y el fin de un crecimiento sostenido desde 2009. “Desafíos persisten, empezando por las restricciones de viajes, en un contexto de recesión económica global”, advierte la OMT.