A causa de la contingencia sanitaria por el Covid-19, un centenar de trabajadores de una empresa de informática en Querétaro han suspendido sus trabajos en la oficina para trabajar desde sus casas. Una de ellas es Diana Covarrubias, que desde hace un par de días atiende a sus clientes —casi todos bancarios— desde su domicilio.
“En la empresa desde hace tiempo teníamos planeado un protocolo de contingencia, pero nunca lo habíamos usado porque no había necesidad, pero ahora tuvimos que activarlo; nuestros clientes son muy importantes, están en el sector de finanzas y por nada del mundo podemos dejarlos sin servicio”, comenta.
En Querétaro se han confirmado 13 casos de Covid-19, uno de ellos está a punto de ser dado de alta. Sin embargo, en México ya son alrededor de 164 las personas contagiadas por este virus.
Por esto, en todo el país se han tomado medidas de salubridad para evitar la propagación del virus; una de estas acciones, además de la suspensión de clases en todos los niveles educativos, es la reducción de personal en las empresas e incluso muchos centros de trabajo han optado porque sus empleados laboren desde sus casas, es decir, que realicen el llamado home office.
Diana Covarrubias es licenciada en informática desde hace 14 años, la mayor parte de su tiempo se dedica a la atención al cliente, para entre otras cosas, resolver problemas tecnológicos con aplicaciones móviles y portales de internet.
La informática detalla que su trabajo es tan importante para sus clientes, por lo que dice, hacer home office no significa realizar su trabajo con menor eficiencia.
“Yo trabajo en una empresa de desarrollo y consultoría de software, dentro de mis funciones principales está la atención al cliente, estoy en ventas y hago gestión administrativa, la mayoría de nuestros clientes son bancos, de los más grandes en el país, entonces ellos siempre tienen que tener servicio, y más con esta contingencia que todo vamos a tratar de hacerlo por internet o con nuestro celular para no salir de casa.
Desde hace un par de días, Diana Covarrubias instaló una pequeña oficina en el comedor de su casa, todo lo que necesita son dos computadoras y una sólida conexión a internet, pues todo el tiempo está en comunicación y videoconferencias con clientes de todas partes de la República.
Son alrededor de 100 trabajadores de esta empresa los que a partir de esta semana trabajan desde sus casas para evitar aglomeraciones en sus oficinas. Deben cumplir un horario de al menos ocho horas, tal como lo harían en su rutina laboral.
Diana reiteró que desde hace varios años, la empresa para la que trabaja ya tenía contemplada alguna contingencia de este tipo, por lo que se elaboró un protocolo que explica cómo trabajar fuera de la oficina sin dejar de dar servicio y mantenimiento a sus clientes.
La única vez que estuvieron a punto de usar el protocolo antes de esta contingencia de salud, fue en 2017, cuando ocurrieron los temblores en la Ciudad de México; sin embargo, debido a que en Querétaro no se tuvieron afectaciones mayores, no hubo necesidad de implementarlo.
“Siempre tenemos un plan de contingencia para garantizar la continuidad del trabajo, es algo que nos auditan nuestros clientes cada año, nunca se había ofrecido pero ahora llegó el momento y estamos aplicándolo, el objetivo es que no se interrumpa nuestro servicio a nuestros clientes”.
“Este plan estuvimos a punto de usarlo en 2017, cuando sucedió lo del temblor en México, pero sólo se aplicó en México y en las demás ciudades no hubo necesidad, como aquí en Querétaro. Este plan consiste en que nosotros podamos hacer nuestras actividades normales, en un horario normal, con la única diferencia de que lo hagamos desde casa, sin exponernos al virus”.
Desde que Diana hace home office, debe readaptar su rutina laboral. Por ejemplo, antes de comenzar a trabajar debe conectarse con su equipo de trabajo y reportarse para explicar si existe algún inconveniente o si tiene algún problema de salud, lo mismo deben hacer sus compañeros de trabajo.
“Aunque todos estemos trabajando desde casa, sabemos lo que se tiene que hacer, sabemos que tenemos que hacer check list, avisar de nuestra salud, informar que estamos bien, que todo sigue de manera normal, o informar si comienza a haber algún caso, avisar a lo mejor si algunos de nosotros tiene síntomas, o si la prueba de alguien salió positiva a coronavirus.
“No quiero generalizar, pero creo que la mayoría de mis compañeros y yo estamos tranquilos, obviamente estamos tomando preocupaciones y atendiendo las medidas de salubridad, aunque de repente por ahí alguno se comienza a poner nervioso.
Inicialmente hablamos de unas tres semanas de home office, pero sabemos que esto puede extenderse hasta completar varios meses”, comenta la licenciada en informática.