Más Información
De nueva cuenta las familias queretanas se dieron cita desde las primeras horas del día, en las instalaciones de la 17 Zona Militar, para disfrutar del ya tradicional ‘Paseo dominical’ que personal del Ejército Mexicano organiza cada dos meses.
En dicho lugar se instalan varios módulos informativos donde los soldados explican a los asistentes en qué consiste su trabajo. Por ejemplo el stand sobre la desactivación de bombas y explosivos, ahí uno de los elementos porta un traje que pesa más de 30 kilos, los soldados explican la importancia de portar un equipo como ese.
“Aunque es mucho peso, todo esto es necesario, por ejemplo al momento de desactivar un explosivo, una bomba, si esta llegara a explotar nosotros tenemos que estar lo más protegidos posible, y un aspecto que no todos conocen es que estos trajes deben protegernos del ruido, porque una onda sonora de esa magnitud, por ejemplo como el estallido de una bomba, podría matarnos, entonces por eso es que este traje es tan pesado, el casco debe protegerte de impactos, del fuego, del ruido y demás”, explica uno de los militares.
Inevitablemente, después de la explicación los más pequeños no pueden resistirse y piden usar el casco, ninguno puede sostenerlo firmemente sobre su cabeza, pero lo apoyan sobre sus manos, entonces los infantes comienzan la ronda de preguntas, ¿De qué está hecho el traje? ¿Tú lo has usado? ¿Has desactivado una bomba?
Otro de los módulos que llama más la atención de los asistentes es el de medicina, ahí los militares exhiben todas las herramientas necesarias para salvar la vida de una persona, incluso hacen una demostración en la que los pequeños aprenden a usar una camilla y a trasladar a algún herido sobre ella.
En el paseo dominical también se encuentran stands donde muestran la tecnología utilizada para obtener reportes meteorológicos; en los otros módulos se muestran distintos trajes y técnicas de camuflaje, se tienen a la venta alimentos producidos en la granja Sedena, (principalmente carnes, leche y quesos), y por supuesto se ofrecen demostraciones del escuadrón canino, donde los perros adiestrados apoyan en situaciones de riesgo, protegen a los militares y detectan enervantes.
Pero la parte más divertida para los menores, es el área de entrenamiento militar, instalada en uno de los jardines y donde los pequeños se divierten mientras cruzan una serie de obstáculos al más puro estilo militar.
Unos cruzan el jardín avanzando pecho tierra, otros vuelan por los aires colgados de una tirolesa, y el resto decide hacer músculo mientras cruzan un largo ‘pasamanos’. En este punto los menores realizan estas actividades sin la ayuda de sus padres, se apropian de ese momento de individualidad y organizan equipos para que el juego sea también una competencia.
Niños contra niñas, un integrante de cada bando demuestra su habilidad y fuerza; entonces, para sorpresa de muchos, las niñas más menudas y aparentemente pasivas se convierten en las reinas de la pista, cruzan los obstáculos sin dificultad alguna, mientras el equipo de los hombres, para no perder la honra, intenta con uno y otro miembro del equipo igualar el trabajo de sus rivales, pero terminan aceptando la verdad, “bueno, ya, ustedes son mejores” dicen los niños y continúan los juegos.
“Me parecen excelentes este tipo de actividades porque vemos que se fomenta la sana competencia, llevo un buen rato observando que entre los niños armaron equipos y comenzaron una serie de competencia en donde todos, sin darse cuenta están haciendo muy buenos ejercicios físicos, pero además se hacen conscientes de las habilidades propias y las habilidades de otros, creo que todos están inspirados por la presencia de los militares, los ven con su uniforme, les piden ayuda, les preguntan sobre su trabajo. No es la primera vez que vengo a estos paseos dominicales, es la tercera o cuarta vez que venimos”, comenta Carmen González, quien acude a dicha actividad acompañada de sus hijos pequeños.
Para el Mayor del Arma Blindada Diplomado de Estado Mayor, Anselmo Medina Vargas, los paseos dominicales organizados por la 17 Zona Militar desde hace cinco años, son más que simples actividades de esparcimiento, refiere que es un proyecto para mejorar la imagen que la ciudadanía tiene del Ejército Mexicano.
“Es una gran oportunidad para que las personas vean de cerca el trabajo que nosotros realizamos en el Ejército, que entiendan que nosotros trabajamos para ellos, que nos debemos a la sociedad y que pueden pedirnos ayuda y confiar en nosotros”.
“Se tiene la idea de que el soldado es malo o peligroso, que la disciplina que tenemos nos mantiene de alguna manera alejados o nos impide ser como los demás, pero creo que con este tipo de actividades la sociedad se da cuenta que somos personas normales, como ellos, que estamos dispuestos a ayudarlos siempre que lo necesiten”.
El Mayor Anselmo Medina Vargas estima que aproximadamente 2 mil personas asistieron a este paseo dominical, en donde las familias pudieron ingresar con mascotas y bicicletas para vivir una experiencia más satisfactoria.
arq