Madrid, España.-
Es en una azotea madrileña la presentación de pole dance de Beatriz Pico Cabrera, una empresaria visionaria de esta actividad deportiva. Ella ha destacado recientemente por crear coreografías que presenta con su hija adolescente, a la que ella misma ha entrenado desde muy pequeña para presentarse juntas en espectáculos.
En esta ocasión y por invitación de la escuela de fotografía Madphoto, el profesor Daniel Merino nos deja retratar el alma de este deporte, que ya forma parte de la oferta de muchos gimnasios en Europa.
Se trata de un baile cuyo elemento principal es una barra vertical fija sobre el que el bailarín o bailarina realiza su actividad con fuerza y coordinación.
Para llevarlo a cabo se necesita la capacidad de cargar su propio peso, al mismo tiempo que se realiza un ejercicio en muchas áreas del cuerpo, todas las posturas y movimientos requieren de un trabajo a nivel muscular, por lo que una buena condición ayudará al desempeño.
Del mismo modo que una persona va al gimnasio a correr, o a una clase de yoga, con el pole dance se logra una actividad que fomenta el ejercicio tanto muscular como cardiovascular, además tiene un componente creativo muy apreciado en función de los movimientos que se logran hacer.
Una sesión de puede quemar entre 500 y 1000 calorías, según la intensidad con que se lleve a cabo, y al tratarse de un ejercicio físico, ayuda al bienestar general, elimina toxinas y favorece la circulación sanguínea.
El inicio de este deporte puede encontrarse hace más de doscientos años, cuando comenzó a utilizarse el mallkhamb, una especie de pilar gimnástico para practicar yoga y aumentar la fuerza muscular.
Asimismo, hay registros que dicen que proviene del mundo circense y de las ferias ambulantes que se realizaban a principios del siglo 20.
Las maniobras sobre barra fueron incorporadas en los cabarets de la década de los años cincuenta y eran ejecutadas por bailarinas que generalmente terminaban haciendo un striptease, de ahí su asociación con el mundo de los centros nocturnos.
En este momento el pole dance ya realiza campeonatos de nivel internacional, existen federaciones como la Internacionales del Deporte de Tubo. Beatriz imparte clases para adultos y niños por un costo de 45 euros el día, por lo que la oferta y demanda de esta actividad no es alcanzable para cualquier persona, tomando en cuenta que el salario mínimo en Madrid es de aproximadamente 900 euros mensuales.
Hace años esta actividad únicamente se suscribía a las películas en las que aparecían las las bailarinas de strippers, pero en la actualidad cada vez son más las personas que se han quitado los tabúes y lo han puesto de moda como un ejercicio muy completo y divertido. De hecho, cada vez más hombres lo practican.