La historia de un robo en tono de comedia es el eje de Casi una gran estafa, la película que es protagonizada por Christopher Von Uckermann y Adriana Paz, y que se estrenará en agosto.
La cinta es dirigida por Guillermo Barba (Amor no es querer) y en la cual también participan Zuria Vega, Juan Pablo Medina y Mariana Burelli.
“Es una comedia de enredos, en donde algo pasa y se recuerda el robo”, indica Paz.
“Yo hago a una chica que tiene muchas ganas de casarse, de encontrar al hombre de su vida, sí es el cliché de la chica romántica, pero fue divertido arriesgarme a hacer algo completamente distinto a lo que he hecho antes”, agrega.
Adriana Paz es conocida en cine por los dramas Hilda y La tirisia, por las cuales ganó dos premios Ariel en el categoría de Mejor Coactuación.
Este año la actriz opta al mismo galardón por su trabajo en el filme La caridad, donde interpreta a una chica encargada de atender a un hombre con la pierna amputada (Jaime Garza).
“Fue refrescante, me hizo tocar otros lugares como personas y como actriz, me dieron muchas ganas de seguir haciendo comedia así”, recalca.
Rudo y cursi, Las horas muertas y Spectre, esta última de James Bond filmada en la Ciudad de México, forma parte de la filmografía de Paz, quien en estos momentos se encuentra en España viendo proyectos.
Con José Luis Perales. Adriana trabajó a fines del año pasado en tierras ibéricas, junto con Tenoch Huerta (Colosio, el asesinato), en la cinta El móvil.
En ella los actores mexicanos dan vida a una pareja espiada por un escritor que pretende hacer una novela, aprovechando su cotidianidad.
Desde entonces ha recibido invitaciones a ese mercado, pero por trabajo no ha podido ajustar las fechas.
Así que desde hace unos días se encuentra revisando proyectos y afinando detalles para un posible acuerdo con otro largometraje, en estos días.
El móvil, que estrenará en el último trimestre del año en España, contará con música del cantautor José Luis Perales, creador de “Me llamas” y “Un velero llamado libertad”.
“Son dos canciones inéditas y sonido además, crecí un poco con él porque le gustaba a mi mamá, pero me di cuenta que me sabía muchas canciones y el hecho de que dijera que le había gustado mi trabajo fue algo que me encantó”, recuerda Adriana Paz.