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“Elizondo no se dejaba de nadie”

Elizondo, quien falleció la tarde de ayer, dejó honda huella tanto en el cine mexicano como en la televisión y hasta en el canto al doblar la voz de La Cenicienta en la película de Disney.

Foto: Archivo El Universal
03/10/2017 |02:16
Redacción Querétaro
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Como una mujer solidaria que buscaba el bienestar de sus compañeros actores afiliados a la Asociación Nacional de Actores (ANDA), de la cual fungió como secretaria del trabajo, fue calificada Evangelina Elizondo por los actores Luis Cárdenas, Eugenio Montessoro y Gustavo de Anda.

Elizondo, quien falleció la tarde de ayer, dejó honda huella tanto en el cine mexicano como en la televisión y hasta en el canto al doblar la voz de La Cenicienta en la película de Disney.

“Siempre fue una mujer que no se dejaba de nadie, puesto que siempre tenía su criterio propio y buscaba el beneficio del gremio actoral. La admiré mucho, además de que colaboré sindicalmente con ella y la apoyé en algunas cosas”, indicó el actor Gustavo de Anda.

Evangelina fue presidenta de la Comisión de Fiscalización y Vigilancia y Secretaria de trabajo de la Asociación Nacional de Actores.

En tanto, el actor Eugenio Montessoro, quien recién apareció como el papá de Lupita D’Alessio en la bioserie de la cantante, comentó: “Era un gran actriz, el tiempo que estuvimos trabajando en las telenovelas de Azteca, vi que era una persona dedicada a su trabajo”.

Recordó que ella fue parte de la época de oro del cine. “Fue una actriz con suerte a lo cual ella correspondió con su talento. Tenía mucha chispa para platicar, era buena compañera, cuando hacía telenovelas, mejor llevaba su camper porque no pedía camerino y así andaba para todos lados, llegaba y lo estacionaba en el patio de Azteca. A algunos compañeros los invitaba a platicar, era muy accesible y como sindicalista fue respetuosa de los derechos de los compañeros”.

En tanto, Luis Cárdenas, secretario de previsión social de la ANDA, comentó que trabajó con ella en la telenovela Pasión morena y la recordó como una compañera muy divertida: “Siempre hacia el trabajo muy ameno y era aplicada. Hace mucho tiempo que dejé de verla pero en alguna ocasión, hace tres años que acudió a la ANDI por asuntos de elecciones, estuve platicando poquito con ella”.

“Creo es la última compañera que nos quedaba de esa época de las rumberas, de mujeres hermosas y magníficas compañeras. Mujeres bellísimas, siempre la vi muy entera, me sorprendió su fallecimiento”, señaló.

Elizondo estudió teología en la Universidad La Salle. En los últimos años se encontraba alejada de la actuación y su última aparición en teatro fue en 2013 con la obra Un mundo raro.

El personaje de Mamalena, en la telenovela de Azteca Mirada de mujer, sin duda le dio un nuevo auge a su carrera de actriz, de la cual se preciaba que siempre hacía personajes fuertes y con clase.

Otras telenovelas con esa televisora fueron Amores cruzados y Pasión morena. En sus inicios hizo doblaje de voz y lo realizó para la versión en español de La Cenicienta.

En sus últimos años, cuando se le cuestionaba sobre el deceso de algún compañero, ella respondía en tono serio y a veces hasta con nostalgia o quebrándosele la voz que ya estaba preparada para morir porque es la ley de la vida.

Comentaba que su testamento estaba en orden y lo había cambiado hasta en ocho ocasiones porque algunos de sus herederos se le habían adelantado. Su deceso ocurrió en su casa en la Ciudad de México a los 88 años de edad. Elizondo estuvo casada con el ingeniero petrolero José Luis Paganoni. En 2016, luego de que se le rindiera homenaje en el Festival Internacional de Cine, anunció su retiro de la actuación. Aún está por estrenarse Princesa, una de sus últimas intervenciones cinematográficas.