El popular grupo de hip-hop estadounidense The Black Eyed Peas amenizó ayer la previa de la final de la Liga de Campeones entre Juventus y Real Madrid con un espectáculo de música, color, luces y fuego, similar al del descanso del partido del Superbowl.
El problema fue que la presentación se prolongó más de lo planeado, lo que provocó el retrasó del silbatazo inicial del partido.
Futbolistas como Phil Neville (que juega para el Everton y estuvo varias temporadas en el Manchester United) manifestó su molestia por este retraso a través de su cuenta de Twitter en la que escribió: “No necesitamos de todo esto”, en torno al show.
El periodista Oliver Hort fue igual de crítico: “Los jugadores tuvieron que esperar en el túnel mientras transcurría el show. La carreta antes que los caballos”.
Eso en cuanto al retraso pero en el show, los tres integrantes de los Black Eyed Peas (Will.I.Am, Taboo y Apl.de.ap; la vocalista, Fergie, que ha abandonado temporalmente el grupo) hicieron las delicias de los más de 66 mil espectadores presentes en el Millenium Stadium de Cardiff tocando algunos de sus mayores éxitos como “Boom Boom Pow”, “I Gotta Feeling” o “Pump It” sobre un escenario que pesaba cerca de 4 mil 500 kilos.
La ausencia de Fergie, sin embargo, provocó otras críticas de fans que, manifestaron, el grupo no suena igual sin ella.
El espectáculo, que se emitió en 200 países y para el que se esperaba una audiencia aproximada de 200 millones de personas, duró alrededor de seis minutos y concluyó con el ingreso de los futbolistas de Juventus y Real Madrid al campo.
La ceremonia previa a la final contó con la participación de 450 personas: 150 bailarines profesionales, 120 militares, encargados de desplegar la alfombra gigante sobre el césped, 172 del personal de producción, cinco músicos y los tres cantantes.