La agenda complicada de Jennifer Lopez llevó al final de Shades of Blue. La serie no tuvo la oportunidad de despedirse, y es algo que lamenta Ray Liotta.

El veterano actor comenta que la historia tenía muchos matices atractivos, que incluían la homosexualidad de su personaje, un teniente de policía corrupto.

“Me hubiera gustado que siguieran explorando esa parte. Hay una escena que me hubiera gustado que hicieran desde el principio: Yo voy caminando por la calle —en un momento de la serie se tocó el tema del bullying— y veo a un pobre chico gay, un estudiante de secundaria que es acosado por otros adolescentes, me hubiera encantado ir y molerlos a trompadas. Hicimos una escena una vez y le dije al chico, porque en realidad no puedo admitir con la gente que lo soy, que él era mucho más fuerte de lo que yo podría ser jamás. Lo hice con lágrimas en los ojos y todo porque yo no enfrento de lleno esa situación y lo que él tuvo que enfrentar. Fue una escena hermosa. Pero no la incluyeron. Hubo muy buenas oportunidades de hacer cosas interesantes, pero fue lo que decidieron, no seguir con ello”.

Shades of blue estrena su temporada final hoy a las 16:00 horas a través de Universal Channel.

La producción estuvo protagonizada por Jennifer Lopez y logró llegar a una tercera temporada.

 

Los nuevos episodios mostrarán al teniente Matt Wozniak (Ray Liotta), quien debe lidiar con un intento de asesinato en su contra.

Mientras tanto, Harlee Santos (Jennifer Lopez) logra escaparse de las garras del agente del FBI Stahl (Warren Kole), quien siente una admiración obsesiva por la detective.

Además de estar triste por no poder despedirse de su personaje de la mejor forma, Liotta cuenta que J. Lo sí pudo hacerlo con su personaje.

“Por lo que pasa en el tercer episodio. Transcurre seis meses después y ella quiere empezar a andar por el buen camino. Wozniak quiere mantener las cosas como eran al principio y realmente está convencido de que es la mejor manera de atrapar a los delincuentes, pero su personaje logra cambiar las cosas”, dice.

A sus 63 años, el actor reconocido por sus papeles en películas como Buenos muchachos (1990), Cop Land (1997) y Hannibal (2001), dice que aún le faltan personajes por explorar.

“Siento que tengo mucho que aprender como actor. Siento que aún no llegué y quiero llegar a ese punto”.

CETN

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