Cerca de 90 minutos necesitó el intérprete puertorriqueño Ricky Martin para que su público mexicano quedara extasiado con su sensualidad y su magnetismo durante su visita a la capital a donde llegó para presentar su One world tour.
Más de 10 mil personas se congregaron en el Auditorio Nacional para vivir una noche de ritmo, calor y los más grandes éxitos del boricua quien dio un energético recorrido por lo mejor de su discografía.
Aunque Ricky no es mexicano, gran parte del inicio de su carrera lo hizo aquí, y quizá sea por ello que su público lo siente parte de este país.
Por esta razón, cuando el cantante arribó al escenario —vestido con un impecable traje negro y camisa blanca— en punto de las 21:00 horas, una ola de gritos, piropos y aplausos lo recibieron, algo que el intérprete agradeció.
“Muchas gracias, siempre es muy rico volver, es un placer estar con ustedes, ¿como están? Venimos a pasarla bien ¿verdad? Esta noche es noche de fiesta”, señaló.
Con esas palabras a Martin no le quedó más que cumplir y hacer bailar a sus fans desde un inicio y para ello optó por interpretar algunos éxitos de su faceta anglosajona.
Así se pudieron escuchar en el recinto canciones como “Mr put it down”, “This is good” y “Shake your bon bon” con las que de inmediato la gente se levantó de su asiento.
También interpretó baladas de hace más de una década como “Tu recuerdo”, “A medio vivir”, “Fuego de noche, Nieve de día” y “Te extraño, te olvido, te amo”.
Durante el concierto el cantante se cambió de vestuario en ocho ocasiones, cada una como parte de sus distintas facetas como artista.
“María”, “Tal vez”, “Livin’ la vida loca” y “La bomba” no pudieron faltar, pero los temas con los que más conectó su nuevo público —constituido principalmente por adolescentes— fueron aquellas en las que juega con ritmos urbanos, como “Vente pa’ca” y “La mordidita”.
Ricky se entregó en el escenario y regaló a su público un total de 19 canciones en un breve pero completo show que foirma parte de su gira actual.