Fue tan grande y tan inesperado el “rifirrafe” (me ataca de risa esta palabra que usaron muchos medios españoles para describir el Letiziagate) entre las reinas de España, la actual y la anterior, que la casa real organizó este fin de semana, una photo op en la que están todos (incluidas las niñas Leonor y Sofía) “súper felices y amigables” visitando al recién operado Juan Carlos I, rey emérito, y esposo, suegro y abuelo, respectivamente, de las contrincantes en el duelo de manotazos que atestiguó el mundo entero la semana pasada. Aparentemente, la idea es mostrar a los ojos de todos que la vida sigue adelante y que tan felices y armoniosos son.
Por lo pronto, ha servido para aplacar las especulaciones sobre un inminente divorcio de Letizia y Felipe, pero lo que no han podido ocultar es que la reina actual tiene un carácter bastante fiero y que ha logrado —hasta ahora— mostrar una cara que no corresponde con quien es en la vida real. Aquí, algunas cosillas que no sabías sobre Letizia Ortiz Rocasolano, reina de España.
1) El pasado
Todo el mundo sabe que antes de casarse con Felipe VI, Letizia estuvo casada por un año con su ex profesor de Literatura —al que conoció con 15 años y con quien sostuvo una relación por 10— Alonso Guerrero, de 1998 a 1999. Pero se sabe menos que, de acuerdo con diversas publicaciones de chismes, la estancia de Letizia en México fue muy significativa en su vida. Llegó a Guadalajara en 1995, empezó a buscar trabajo y lo encontró en el diario Siglo XXI en la sección Tentaciones. Se ha dicho que era “fiestera y desenvuelta”, que era una chica normal, que se movía en camiones y que no era la típica guapa que se vestía bien, le gustaba ir a la playa y bailar salsa.
En una de las coberturas que hizo para el diario, conoció al pintor cubano Waldo Saavedra, quien la pintó semidesnuda (topless), de ahí la famosa imagen en la cubierta del disco de Maná, Sueños líquidos.
2) El “déjame terminar”
Un primer atisbo del carácter fuerte de Letizia, se tuvo cuando en noviembre 2003, en el Palacio del Pardo, ambos se presentaron ante los medios para anunciar su compromiso matrimonial. Cuando se le preguntó a Letizia sobre si continuaría trabajando en la televisión, dijo que su salida sería gradual y añadió:
“A partir de ahora y de forma progresiva voy a integrarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y cariño de...”, en este momento, el entonces príncipe la interrumpió y Letizia rápidamente, contestó: “Déjame terminar... con el cariño de los reyes y el ejemplo impagable de la reina” (cómo cambian las cosas). La brusca reacción de la actual soberana causó risas entonces, pero hoy queda claro que era una muestra de su forma de ser...
3) El motivo del “divorcio”
De acuerdo con el diario El país, aunque se ha sabido que las infantas Elena y Cristina, hermanas de Felipe VI, y el rey emérito Juan Carlos de Borbón, no aprobaban a Letizia como futura reina de España, Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, fueron sus cómplices cuando ambos apenas salían, facilitando que se vieran en su casa; lo que es más, Iñaki fue el encargado de comprar en las famosas joyerías españolas Suárez, el anillo de compromiso de Letizia.
Pero la relación entre las infantas y Letizia fue empeorando gradualmente; de acuerdo con el diario, en 2008, Cristina hizo una fiesta de cumpleaños para su marido, en la que se sabe que Letizia se aisló y estuvo desconectada de los demás invitados todo el tiempo. La bomba explotó cuando se destapó el caso Nóos, escándalo por el que Iñaki Urdangarín está acusado y servirá pronto una sentencia en la cárcel por malversación de fondos, fraude, falsedad y bloque de capital. Los reyes Letizia y Felipe marcaron su distancia para no involucrar —más— a la monarquía, pero la reina Sofía ha dado su apoyo a su hija, lo cual —claramente— no le ha caído muy bien a Leti...
4) La férrea educación
Según diversos medios, la reina Letizia ejerce una disciplina de hierro sobre sus hijas, las princesas Leonor y Sofía. De acuerdo con MSN.com y otras publicaciones, las princesas tienen estrictamente prohibido ver televisión entre semana, solamente pueden hacerlo —y bajo supervisión materna— los fines de semana. Tampoco pueden usar ningún dispositivo electrónico como la tablet ni acceder a Internet entre semana. Y su alimentación es vigilada muy estrechamente, tienen prohibido comer dulces y comida chatarra, se supone que uno de los más fuertes disgustos entre Letizia y su suegra Sofía se debió a que la reina les ofreció a las niñas unas ensaimadas —dulces típícos de Palma de Mallorca— y les pidió a las niñas que “no dijeran nada a su madre”.
Según Vanitatis, a Letizia no le gusta que fotografíen a las niñas y evita al máximo sus apariciones en público. No sólo eso, sino que los padres de los compañeros de las niñas en el Colegio Santa María de los Rosales pagan las consecuencias, pues se les restringe grabar o fotografiar los festivales y actos del colegio en los que participan las pequeñas, aunque sus hijos también sean protagonistas.
5) La distancia
De acuerdo con el Huffington Post, a pesar de que el rey y su familia viven todos en el Palacio de la Zarzuela, la relación es fría y distante. Según El país y otros medios españoles, después de que Leonor y Sofía nacieron, la balanza del poder se movió hacia Letizia por sobre Doña Sofía y ésta impuso sus propias reglas en el Palacio. Este se afianzó definitivamente cuando en 2014, Letizia y Felipe se convirtieron en reyes.
Al decir del diario, una amiga de la reina emérita se queja del poco acercamiento que tiene con sus nietas (y que todos pudimos constatar), al contrario de la relación de las pequeñas, de 12 y 10 años, con su abuela materna, Paloma Rocasolano, a quien frecuentemente se la puede ver en La Zarzuela. Según el diario, es la madre de Letizia quien se encarga de cuidar a las niñas cuando sus padres están de viaje, aunque tengan institutrices y todo un equipo a su cargo.
