El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su predecesor Barack Obama y la primera ministra británica, Theresa May, no fueron invitados a la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle que se realizará el 19 de mayo, dijeron el martes fuentes del Gobierno británico y de la realeza.
Enrique, nieto de la reina Isabel y hermano menor del príncipe Guillermo, se casará con Markle, una actriz estadounidense conocida por su papel en la serie de televisión "Suits", en la Capilla de San Jorge, ubicada en el Castillo de Windsor.
Una fuente del Palacio de Kensington confirmó que la familia Obama no asistirá al matrimonio y destacó que los invitados serían personas que tienen una relación directa con el novio o la novia, o con ambos. Eso excluye a Trump.
Hubo algunas especulaciones de que la familia Obama podría ser invitada debido a la relación que existe entre el expresidente y Enrique, pero hubiera sido diplomáticamente incómodo invitar a Obama y no a Trump.
Aunque se espera que la familia real se mantenga alejada de los asuntos políticos, el delicado equilibrio constitucional de Reino Unido hace que sus miembros deban consultar discretamente con el Gobierno para garantizar que sus acciones públicas cumplan con la política exterior.
Una fuente del Gobierno británico confirmó que May no asistirá.
La fuente del Gobierno señaló que el lugar de la boda era significativamente más pequeño que la abadía de Westminster, donde el hermano mayor de Enrique, Guillermo, se casó con Kate Middleton en 2011 en presencia del entonces primer ministro David Cameron, entre otros políticos y diplomáticos.
Obama, que en ese entonces era presidente, no fue invitado a esa boda y Estados Unidos estuvo representado por su embajador en Reino Unido.
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