Los espectadores que esperan que el documental sobre el Papa Francisco del director alemán Wim Wenders sea un retrato crítico del líder de la Iglesia Católica estarán decepcionados, ya que el propio cineasta lo definió como una obra de amor para un hombre al que respeta.
Wenders, quien ganó la Palma de Oro por "París, Texas" en 1984, ha realizado varios documentales exitosos, incluyendo "Buena Vista Social Club" sobre la escena musical cubana y "Pina" sobre la coreógrafa de danza Pina Bausch, temas por los que siente un gran afecto, al igual que por el Papa.
"No quería hacer una película crítica sobre él, otras personas lo hacen realmente bien, la televisión lo hace todo el tiempo", dijo Wenders a Reuters en Cannes, donde se estrenó "Pope Francis - a Man Of His Word".
"Mis documentales son expresiones de amor y afecto por algo que quiero compartir con el mundo (...) En este momento, creo que no hay nadie que tenga cosas más importantes que decirnos que el Papa, así que quería compartir eso", agregó el cineasta.
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Argentina en 1936, se convirtió en Papa en el 2013 tras la inesperada renuncia de Benedicto XVI. Eligió su nombre papal en honor a San Francisco de Asís, figura que Wenders llama "revolucionario" y "el primer ecologista del mundo" por su trabajo con los pobres y la naturaleza, y otro motivo del respeto del director por el Papa.
Wenders filmó cuatro entrevistas de dos horas con Francisco en las que el pontífice habló directamente a cámara. Una especie de "teleprompter en reversa" le permitió obtener una mirada íntima, al imponer la cara del director en una pantalla transparente con una cámara detrás: "Mirándome a los ojos ve los ojos de todos".
"Este hombre se comunica de una manera tan honesta, directa y espontánea (...) Incluso con los mejores actores lo encuentras muy raramente", dijo Wenders, quien insistió en que su película es más que un video promocional que filmó sin prerrequisitos del Vaticano.
"Estamos viviendo en un tiempo absolutamente inmoral y nuestros líderes políticos, líderes poderosos, son enanos emocionales. Así que quería que este gigante emocional nos hable", expresó Wenders.