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El chef Benito Molina ya toma con mucha gracia su pequeño exabrupto durante la semifinal de MasterChef México, en donde además de decir alguna que otra grosería rompió el plato de Pastor, finalista de la contienda.
“Con el famoso Gonzalo, en la primera temporada, fui muy duro con él y también fue muy criticado, pero fueron cuatro temporadas en donde fue la exigencia de por qué no había vuelto a ser tan expresivo, por no decir otras palabras extrañas, porque ya me regaño mi mamá, mi hija, mi esposa, todos me regañaron.
“Creo que simplemente esas cosas suceden. A mí en lo personal me han roto, fácil, 10 platos en los pies, chefs de dos metros de alto, diciendo palabras muy altisonantes mientras rompían los platos, más que el show, en la cocina la presión es brutal, así de brutal tiene que ser la respuesta”, dijo el juez del reality show.
Molina comentó que en la edición no sólo no se mostró el plato original, que estaba sucio y la razón por la que se enojó, también recordó que la producción la cobró el plato.
“Cuando me cobraron el plato, sí me pareció una falta de respeto. Costó 900 pesos el platito. Sí salió muy caro. La edición, sí tengo que quejarme, no mostró que los platos estaban sucios en la orilla, que fue la razón por la cual se rompió en ese plato. Estando en la semifinal es inadmisible que no se tome el tiempo de limpiar el plato”.
La final de MasterChef México se verá hoy a las 21:30 horas por Azteca Trece y ya tiene a Cyntia, Honorina y Pastor preparados para el último capítulo. Los jueces (Benito Molina, Betty Vázquez y Adrián Herrera) estarán acompañados por dos grandes Chefs, el chef español que comanda el casino español de Madrid, ganador de dos estrellas Michelin, Paco Roncero, y el mexicano que abrió dos restaurantes en España: Niño viejo y Hoja Santa, con una estrella Michelin, el chef Paco Méndez. Los finalistas recibirán no sólo el apoyo de sus familiares más cercanos sino también el de todos sus compañeros participantes.
Pastor, por su parte, dice que llora por dentro cada vez que se acuerda del momento que tuvo con el Chef Benito. “Muy polémico, muy estresante, fue algo insólito, no lo pensamos… fue una zanahoria fuera de lugar, lo que hizo que se rompiera el plato”, dijo el zacatecano.
Después de 17 semanas de competencia, los finalistas se sienten contentos y seguros de entrar a la final. “Ahora sentimos respeto por los actores, por todos los llamados y tiempos de grabación”, explicó Cyntia.
Molina dice que ellos están preparados para enfrentar la final.
“Una final puede ir para cualquier lado, la presión es brutal, la nuestra, de los participantes anteriores, la familia. La final es más un control de nervios que otra cosa”, afirmó.