La vanidad es moneda corriente en aquellos que se dedican a la artisteada y la cantanda. La idea es siempre lucir lo mejor para la camára.
El salón está particularmente brillante. Hay nueve luces de gran calibre, cuya poderosa luz debe hacer lucir perfectos a los integrantes del 90’s Pop Tour, quienes están ahí para hablar de los méritos que han logrado con la gira musical.
Los shows que reúnen a OV7, JNS, Litzy, Fey, MDO, El Círculo, entre otros, los llevaron a hacer dos discos, los cuales presumen de seguir vendiendo. Reconocen que no venden igual que en los 90 (cuando un Disco de Oro significaba 100 mil y ahora son apenas 30 mil), pero para como están las cosas, colocarlos en tiendas es un triufo.
Parte de ese éxito ha sido gracias a Ari Borovoy, quien convenció a sus compañeros de subirse a su barco. El cantante parece tener todo el derecho a ser vanidoso, a sentir orgullo por sus méritos.
Sin embargo, su vanidad recibió un pequeño golpe. Su ausencia en la portada del nuevo disco es evidente. “Pero no fue con dolo, fue un error humano”, dice.
En la portada del disco está el espacio vacío que correspondía a su figura, pero la disquera se dio cuenta demasiado tarde de la falla. La sonrisa de Borovoy es más de “resignación” que de molestia; hasta bromea con el incidente. “Será una edición de colección, única e irrepetible”, dice.
A Borovoy le han intentado comparar con el rey Midas, por aquello de que ha sabido hacer un negocio rentable con el talento de los 90.
Él asegura que ese mote le viene grande pero las cifras no mienten: las ventas, los conciertos, los acuerdos con sus colegas. “Estamos con nuestra generación, una generación que está empoderada”.