Una cinta de cinco horas de duración, un realizador de 19 años y una pintora que hace el retrato perfecto, fueron los ingredientes para regresar al cine a Edith González.
La actriz ocupa uno de los roles principales de Un sentimiento honesto en el calabozo del olvido, dirigida por Luis Bárcenas.
Junto con ella, fueron atraídos por la naturaleza del proyecto, Blanca Guerra, Manuel Ojeda, Hugo Stiglitz, Ofelia Medina y Luis Felipe Tovar.
“¡Muchos aceptaron porque el guión era de 300 páginas!”, dice Bárcenas, autor de la historia.
“Es gente que no pierde la curiosidad y les atrae lo que los saca de su zona de confort”, indica.
Edith encarna a una pintora que hace una obra perfecta, muere y su hija (la venezolana Daisy Hidalgo) se encarga de descubrir el por qué.
El lavado de dinero y otras situaciones se mezclan a lo largo de la trama filmada de marzo a junio pasados, en locaciones de la Ciudad de México, como el Gran Hotel.
Mientras Blanca Guerra interpreta a una senadora que apoya a un grupo paramilitar, Ofelia Medina es amiga del personaje de Daysi.
Tovar es un empresario perteneciente a una sociedad filantrópica y Stiglitz un traductor de dialectos.
“Tuve suerte de que del reparto elegido todos aceptaron y casi con sueldos simbólicos, casi de colaboración”, dice el director.
Lorena Velázquez, quien fue figura en cintas como Santo contra los zombis, dijo sí al leer un monólogo.
Cómo filmar en 35 mm. Un sentimiento honesto en el calabozo del olvido costó 3 millones de pesos, siendo filmada en 35 mm, algo que ya no ocurre en el mundo.
El secreto fue que Bárcenas se dirigió a comprar un número de rollos nuevos Kodak y el resto le fue donado por la tienda, pues ese material al estar ya en desuso, nadie lo compraba.
“Por el precio de cinco, me dieron casi 100 rollos”, dice.
A ello se sumó que el cinefotógrafo Arturo de la Rosa (La otra conquista y Hasta el viento tiene medio) le prestó cámaras y material.
Luis es un cineasta autodidacta. Con lectura de dos libros a la semana y la visión de un par de películas al día, durante tres años, aprendió lo que necesitaba.
Antes, a los 15 años, mediante el sistema público, concluyó la preparatoria. Ahora estudia en línea criminología y literatura.
Un sentimiento honesto en el calabozo del olvido, para la cual también hizo diseño de producción, la segunda cámara de fotografía y vestuario, es producida por su compañía Xiongcmau (panda en mandarín) junto con Alejandra Lemus.
En elenco también se encuentran Manuel Ojeda, Angélica Aragón y Maribel Fernández.