Con más de 60 premios a cuestas y una recaudación de 40 millones de dólares, el doble de lo que costó, La forma del agua apenas le ha retribuido a Guillermo del Toro el 10% de lo que invirtió en ella.
En la que ahora es la cinta más nominada al premio Oscar con 13 categorías, el cineasta pagó de su salario para que la criatura quedara como deseaba. También compró algunos objetos que se ven en la historia, como un tocadiscos y el pato con que la protagonista bolea sus zapatos.
Pero la recuperación económica no es algo que le preocupe, según señala Del Toro a través de un cuestionario por correo electrónico. No es algo nuevo en su carrera. Por ejemplo, para La cumbre escarlata renunció al 40% de su salario para poder hacerla como quería porque, como ha dicho antes, está en el cine para contar historias, no con el objetivo de comprar un jet privado.
—Sí. Cada vez sucede de alguna manera diferente. En La forma del agua invertí todos mis salarios salvo los mínimos sindicales para cumplir cuota. Si los recupero, muy bien.
Como terminamos bajo presupuesto y a tiempo, recuperé ya un poco mas del 10%.
—En una repisa con algunos libros y discos, al lado de unas pinturas de estudios de luz para una cinta animada de Disney.
—Nadie sabe nada. Las siguientes semanas son muy duras y todo sube y baja día con día, es como la bolsa de valores. De verdad que lo más importante son las nominaciones y luego seguir adelante.
—La verdad que sí. Se siente diferente. Se agradece diferente. Hay más vida, más carrera y se vive con mas tranquilidad.
—Me da alegría. Ya llevo un buen trecho de vida dedicado a esto y siempre conmueven las buenas reacciones que se provocan.
—Sí, lo entiendo bien. Lo bueno y lo malo van siempre de la mano y se sacan de proporción.
Pero así es esto: mucha visibilidad trae grandes contrastes y excesivas atenciones. Pero con todo lo que sea, vale la pena vivirlo. Y lo que todavía falta...
—No, aún no, ni dónde sucede. Quiero que pase en Guadalajara y la Ciudad de México para que más jóvenes puedan entrar en contacto con las influencias que tanto celebro. Hay objetos muy variados que hay que curar específicamente para México.
Tengo desde un contrato y la credencial de la ANDA del Santo hasta pinturas originales de H.R. Giger (Alien) que valdrá la pena compartir con los amantes de lo fantástico en México.
En Morelia, durante el festival de cine que se realiza cada año en esa ciudad, Guillermo Del Toro presentó por primera vez en México La forma del agua.
El cineasta explica que la película fija claramente sus conceptos sobre el cine que le gusta hacer. “Esto es lo que hago y es lo que me define, por eso busqué una nueva ruta en el cine”.
km