En noviembre se cumplirá un año de que el musical Amor eterno se estrenó en el Teatro San Rafael, pero desde entonces sólo se han podido hacer alrededor de 14 representaciones, debido a que esta producción de Omar Suárez ha tenido problemas legales y desacuerdos con la familia de Juan Gabriel incluso antes de que se diera la tercera llamada por primera vez.
Los primeros indicios de este proyecto se conocieron en marzo de 2016, cuando el dramaturgo Alex Sciavo explicó que estaba trabajando una puesta en escena que contaría con la música de Juan Gabriel, que su trabajo iba muy avanzado pero que sólo estaba esperando el punto de vista de El Divo de Juárez, quien estaba al tanto de todo y por eso esperaban su aprobación del libreto final o sus correcciones.
En mayo de 2016, tres meses antes de la muerte del intérprete, su amiga Mariana Seoane anunció que formaría parte de una obra que incluía algunos temas de Juan Gabriel, la historia estaría ubicada en los años 40 y hablaría de un triángulo amoroso, así que la vida del compositor no sería abordada en este musical.
En septiembre volvió con fuerza la noticia del estreno de Amor Eterno, dando como fecha tentativa el 10 noviembre.
A 10 días del estreno, que finalmente se fijó para el 20 de noviembre, Suárez convocó a una conferencia de prensa para mostrar los papeles que le permitían usar la música de Juan Gabriel, incluida la autorización de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), debido a que la familia Aguilera Salas, encabezados por Iván Gabriel Aguilera Salas, el hijo mayor del cantante, ya habían manifestado su desacuerdo.
El día del estreno llegó y aún en la incertidumbre se llevó a cabo la primera función, en la cual actuaron Mauricio Martínez, Ernesto D’Alessio, Gloria Aura, Dulce, entre otros. Pero durante el desarrollo de la segunda presentación, personal del Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) procedió a poner sellos de clausura por instrucciones de la Delegación Cuauhtémoc. Se informó que la SACM había denunciado el uso ilegal de la obra de Alberto Aguilera Valadez.
A partir de ahí inició un largo litigio entre Omar Suárez, la Delegación Cuauhtémoc y la SACM, que representa a la familia de Juan Gabriel. El teatro se reabrió pero la función del 2 de diciembre tampoco ocurrió, porque nuevamente fue clausurado el lugar, esta vez por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), debido a una demanda interpuesta por Universal Music, a pesar de que Omar Suárez reveló que ya había pagado un millón 400 mil pesos de multa.
El musical no volvió a levantar el telón hasta el pasado 16 de julio. A pesar de que Omar Suárez había dicho que ya no había recurso legal para impedir la temporada el IMPI ha vuelto a clausurar el recinto y así permanece.