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Era 30 de noviembre de 1982. Discos de pop, rock y metal ocupaban los estantes de las tiendas estadounidenses: de Judas Priest, Laura Branigan, Janet Jackson, Manowar, Billy Idol, Wim Mertens y Robert Plant, y ahí estaba, de entre todos estos artistas, la sexta producción de un joven Michael Jackson (24 años) que quería hacer algo distinto con Thriller. Y lo logró de manera espeluznante: con hambre de lobo devoró la industria musical.
Tres décadas y media después y con su creador fallecido el 25 de junio de 2009, el álbum tiene casi todos los récords: El Rey del Pop lanzó siete sencillos a la radio y todos entraron al top ten de Billboard Hot 100 y es el disco más vendido de la historia.
Alfonso Lebrum, crítico de música, considera que Jackson reunió en un solo álbum todos los elementos para hacer historia.
“El disco llega en un momento en donde no había estrellas masculinas consolidadas, había bandas pero no recuerdo algo de un impacto como el que tenía él. No es nada más el cambio visual y musical, entra un factor importante: apenas habían pasado poco más de dos años de que MTV había salido al aire, entonces era la oportunidad perfecta para que alguien se adueñara de las pantallas de televisión y el hecho de ser asesorado por Quincy Jones con la mente de Jackson, dio como resultado algo para ese entonces de otro planeta”.
El trabajo realizado musicalmente por el productor Quincy Jones tuvo su recompensa, pues en la edición de los premios Grammy celebrados en 1984 obtuvieron ocho premios. De este material, también se desprendieron temas que incluso hasta hoy se siguen escuchando en las estaciones de radio, como “Beat it”, “Billie Jean” y “The girl is mine”, tema que interpretó al lado de sir Paul McCartney.
“Quincy era el mejor productor de la época, además de representante, y si le sumamos las ganas de Michael de sobresalir, de cambiar y de ser algo tan maleable... Hubo muchas manos metidas ahí. Tan sólo al encontrar en el disco un trabajo con McCartney nos ayuda a medir la magnitud de lo que querían conseguir.
“Se junta todo este panorama, aunado a un cambio de Jackson en el aspecto físico, musical y visual, y hacen un gran producto. En el álbum como tal absolutamente todos los temas son grandes. Y eso le permitió marcar un antes y un después del pasado que venía cargando consigo desde los Jackson Five, pero tenía unas ideas claras de cómo hacer esta música de tal forma que sonara actual y fueran éxitos de primera”.
A esto se agregó el videoclip realizado con el tema “Thriller”. El cortrometaje, que dura 14 minutos, fue meticulosamente estructurado con detalles que incluían efectos especiales, sonidos, voces y maquillaje, además de una coreografía memorable que sigue siendo imitada y replicada por sus seguidores, así como por series de tv y películas e incluso ha roto récords, como el conseguido en la Ciudad de México en agosto de 2009 cuando se reunieron 50 mil personas en la explanada del Monumento a la Revolución para recrear esta icónica secuencia de baile; se entró así al libro de los Récords Guinness.
Pero la fama del baile es tan sólo una de las joyas que adorna esta corona. La chamarra de cuero utilizada por el Rey del Pop en el video fue subastada en 2011 en 1.8 millones de dólares. Confeccionada en color rojo con detalles negros en cada lado, la pieza fue diseñada por Deborah Landis, esposa de John Landis, quien dirigió el video musical.
El crítico explica que fue precisamente el uso de elementos bien seleccionados, así como la mente creativa que aterrizó las ideas, lo que ayudó a explotar lo que Michael tenía en mente y que dio como resultado un video tan bien logrado.
Landis (Animal House y Un hombre lobo americano en Londres) logró junto con Jackson un concepto audiovisual nunca antes visto.
“Crearon algo que tenía suspenso, emoción y un toque de dimensión desconocida y empieza toda esta historia. Antes de 1990 y de Radiohead y Metallica con canciones de siete minutos, las canciones radiables eran de entre tres y tres minutos y medio, porque el truco era tirar muchos sencillos, pero que un video durara casi 14 minutos en su versión original fue algo que nadie había planteado.
“Michael Jackson siempre tuvo este afán por ser protagonista en lo que hacía pero también tenía esta hambre de ser pionero y punta de lanza. A pesar de no ser alguien de conservatorio, tenía mucho más oído y siempre quería estar a la vanguardia, se conocía y sabía que era algo fuera de serie. Desde el momento que se presenta el video fue una cosa monstruosa. Incluso hasta hoy en día, con toda la tecnología, presupuestos, dobles, animaciones y actores que pudieras ocupar, no se lograría hacer algo que tenga el alma que tiene ‘Thriller’”.
Una vez lanzado a la televisión, el video logró tanta aceptación que se llegó a transmitir dos veces por hora en el canal MTV, lo que eventualmente orilló a la cadena a optar por mostrar la versión más corta pero igual de solicitada.
Sabiendo de antemano el éxito que lograría con este trabajo, el artista lanzó Making Michael Jackson´s Thriller, un documental con el detrás de cámaras del video.
En 2009, se convirtió en el primer video musical en entrar a las listas del Registro Nacional del Cine de Estados Unidos como tesoro cultural.