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Una caravana sin comparación trae a bordo a uno de los grandes ídolos de la música popular en nuestro país: Roberto Jordán.
Reflejo y voz de una generación, Jordán nos da “una señal chiquita” invitándonos a que nos adentremos en su mundo, justo en la víspera de una gala en la que recordará la inolvidable época del rock. César Costa, Angélica María, Enrique Guzmán y Palito Ortega son los otros tripulantes de esta peculiar Caravana.
¿Por qué han decidido reunirse los ídolos del rock and roll para consolidar este espectáculo?
Muy atinadamente el productor del show sabe de la popularidad de cada uno de los artistas que hoy conformamos el espectáculo. Sabe de la trayectoria que hemos construido desde la década de los 50, 60 y por supuesto, del cariño de la gente hacia nosotros, tiene la certeza de que el público responderá positivamente ante ello, es por eso que nos reunió.
Después de 40 o 50 años de que cada uno de ustedes ha hecho de la música un arte y ha dejado su propio legado al género, ¿hay lucha de egos?, ¿cómo lidian con ellos?
Para eso tenemos a los productores, se las pasan negras, tienen un trabajo difícil (risas). Lo que yo digo es que todos figuramos porque la gente nos quiere. A mí el público me da afecto a manos llenas, me conoce y es por ello que me interesa que mis fans vean que estoy vigente.
Sin importar el paso del tiempo, siguen llenando los auditorios en donde se presentan...
La gente sabe que cuando va estos espectáculos va a escuchar algo que le llena. Las personas siempre vuelven a su nicho musical, a lo que les gusta, lo que les hace sentirse felices, lo que tiene contenido más allá de los acordes, por eso, el rock and roll nunca morirá, es inmortal.
El rock es un género que nunca pasa de moda...
Pienso que muchos factores se conjugan para que nuestra música siga vigente. Uno de ellos es que los primeros fans fueron pasando de generación en generación el gusto por ella; se hizo una especie de cadena que no se ha logrado romper. Otro, es que las emisoras de radio siguen poniendo en su programación estas canciones de los 60, incluso existen estaciones especializadas. Y un factor clave es que al concebir la música como una proyección de la sensibilidad, del talento musical y vocal del artista, eso trasciende.
¿Qué piensas de la música actual?
Por el momento, no escucho radio. Tampoco disfruto especialmente la música que ponen en las fiestas. Lo que sí me gusta mucho es el jazz y los éxitos de los 50, 60. Siempre he admirado a cantantes como José José, Luis Miguel, Marco Antonio Muñiz, Alejandro Fernández… gente que el público ha encumbrado por su talento, son artistas que se van a quedar para siempre.
Para ti, el reggaetón es...
No me gusta. No tiene nada qué ofrecer. Tampoco lo entiendo como música fea. Canciones como “Despacito” son todo un fenómeno y se te quedan pegadas al pensamiento por el ritmo, pero no considero que la letra sea extraordinaria, posiblemente varias personas opinen igual que yo; y sin embargo, el gusto de cada quien es muy personal.
¿Un mensaje para las nuevas generaciones?
Que escuchen lo que les guste, es muy difícil unificar o decirle a cada persona qué debe escuchar, yo no puedo hacerlo. El deleite en cuanto a música es totalmente personal.