Mientras algunas organizaciones sociales compartieron su causa en el Vive, otros aprovecharon para divertirse a costa de los demás.
Un asistente que ansiaba presenciar la música de El Tri hizo sonar la alerta sísmica entre la multitud para tener acceso más rápido al escenario; algunas personas lo ignoraron pero otros lo insultaron por el susto que provocó.
Pero no todo fue susto, también activismo. El movimiento feminista estuvo presente. Entre baile, canto o silencio, cientos de asistentes se manifestaron al portar un pañuelo verde e incluso regalar algunos a quien quisiera unir su voz a su movimiento.
Banco Tapitas se dedica a recolectar tapas de diversos recipientes como garrafones, botes de jabón o botellas. Su objetivo es ayudar a niños con cáncer ya sea con apoyo monetario para su tratamiento o cumplir su sueño de vida.
También estuvo presente Joy Water, que tiene el propósito de implementar sistemas que recolecten agua de lluvia para que las familias mexicanas la puedan aprovechar. Venden botellas de agua en plástico que, explican, se degrada más rápido.
