Hubo un día en que la muerte de Luis Donaldo Colosio, ahora en serie de Netflix, no interesó ni siquiera a la piratería.
En junio de 2012, un mes antes de las elecciones presidenciales, se estrenó en cartelera el filme Colosio, el asesinato, protagonizada por Daniel Giménez Cacho, Kate del Castillo, José María Yazpik y Enoc Leaño, este último interpretando al candidado priísta.
Dirigida por Carlos Bolado y basada en investigaciones periodísticas y de la policía, se diseccionaba las circunstancias que envolvieron la muerte del político por un balazo en la cabeza, tras un mítin político en Lomas Taurinas, Baja California, el 23 de marzo de 1994.
Pasaron las semanas y en los puestos de cintas apócrifas, el título no se encontraba.
En un recorrido efectuado en ese momento por EL UNIVERSAL, la respuesta por parte de los vendedores era firme y lacónica: “No se va a tener”. No había razones.
Mónica Lozano, productora del largometraje, también se mostraba sorprendida por ello, tomando en cuenta que todas las películas exhibidas en cine invariablemente llegaban al mercado negro, aun fueran grabadas en la misma sala.
Dos años antes, en 2010, una película controvertida, El infierno, en la cual se criticaba a las instituciones, había llegado sin problema a la piratería.
La copia de donde se abasteció el mercado informal tenía en gota de agua el nombre Bandido Films/Enrique Márquez Comisión Bicentenario. Nunca se encontró al culpable de la filtración.
Colosio el asesinato terminó su corrida comercial dos meses después con más de un millón de asistentes. Recaudó 51 millones de pesos entre sus ventanas en salas comerciales, televisión abierta y venta en DVD. En formato casero arribó a la piratería hasta que salió la edición oficial.