Chasqueaba los dedos y hacía que el tiempo retrocediera. Tocaba el acordeón y se metía en los sueños de los niños para ilusionarlos con la idea de ir al circo.
Todo lo podía Cepillín. No sólo en la ficcción (lo de manejar el tiempo y manipular los sueños sucede en su cinta Un milagro en el circo), también pasaba en la realidad: entró a Televisa pese al rechazo del todo poderoso Raúl Velasco y se mantuvo vigente incluso en la época de las redes sociales, sobreponiéndose a su propio mote del Payasito de la tele. Pero lo más importante: vivió hasta los 75 años a pesar de no uno, sino tres infartos.
Su nombre real fue Ricardo González, pero el mundo lo conoció como Cepillín, un cantante maquillado de payaso que siempre se preocupó por las sonrisas de los niños.
“Un circo no debe cerrarse nunca porque es la risa de los niños, si los niños no ríen es porque los adultos no hacemos cosas bonitas y entonces el mundo se parará”, decía Cepillín en aquel primer filme a finales de los años 70.
Para entonces ya no era un rostro nuevo en la cultura popular. El personaje nacido de la mente del odontólogo Ricardo González ya tenía una carrera establecida en la tv mexicana e internacional que comenzó en 1971 y a la que le sería fiel por 50 años hasta su muerte la mañana de ayer.
Cepillín había librado un año de pandemia sin contagiarse del Covid-19 y a pesar de tener que cancelar presentaciones en México y el extranjero. Pero su intención de retomar la gira del adiós ya sólo quedó en un sueño. “El tiempo que se retrase esta pandemia es el tiempo que yo voy a retrasar mi despedida”, comentaba Cepillín en 2020.
“Yo la pensaba hacer en febrero del año que entra (2021), que es cuando cumplo 50 años de payaso y 75 de edad, pues la voy a posponer hasta el otro”.
En aquel momento el Payasito de la tele lamentaba que su gira del adiós se hubiera pausado por la pandemia. La celebración no se había cancelado, pues el payaso tenía planes a futuro que ahora continuará su hijo Ricardo junto a su personaje Cepi.
“La pandemia se nos atravesó, no tuvimos Covid-19, él tampoco, nadie, dijimos ‘ya la hicimos’, ya están por llegar las vacunas a Metepec”, compartió Ricardo a las afueras de la funeraria en la que fue velado su padre ayer.
“Mi papá decía ‘ya me voy a vacunar’. Nunca piensas negativo, piensas que esto va a pasar y pues hay que seguirle”.
El actor había cumplido 75 años el 7 de febrero y 50 de carrera.
Se va el payasito
A finales de febrero, Cepillín estuvo a punto de caer de las escaleras; tras presentar un dolor de espalda fue hospitalizado y le pusieron ocho tornillos. En el proceso de recuperación tuvo complicaciones y fue puesto en terapia intensiva el domingo al presentar neumonía, además se confirmó que tenía cáncer. Fue ayer que perdió la batalla
“Yo lo vi hoy a las 6 de la mañana y a las 9:50 y las dos veces estaba dormido pero sí hablaba con él y cuando supe que se puso mal fuimos, le dio un paro, lo resucitaron y fuimos a darle tranquilidad en lugar de alterarlo o presionarlo de que le siga echando ganas. La verdad quisimos darle paz y eso fue lo que hicimos y a los 10 minutos se fue, lo intentaron y ya no regresó”.
Dejó, además de música, filmes y programas, la certeza de que los milagros suceden. Quizá no para retroceder el tiempo pero sí para que en el futuro, los niños sigan cantando “plinplin el lindo piano / tratra la batería / tuntun la trompeta / taratara la guitarra / bumbum el acordeón”. Con información de Julio Quijano