Vancouver.— En 2005 comenzó la aventura de Supernatural, la serie que se transmite por Warner Channel. Los hermanos Sam y Dean Winchester (Jared Padalecki y Jensen Ackles) recorren desde hace 14 años Estados Unidos cazando todo tipo de seres: demonios, zombis, brujas, vampiros y fantasmas.
Pero siempre con dos constantes: el Chevrolet Impala 1967 color negro (que se ha convertido en un objeto deseado y replicado por muchos fans) y las decenas de moteles en los que se hospedan. Esta una de las series más largas de la televisión. Podría compararse en duración con Grey’s Anatomy, CSI (15 temporadas) y La ley y el orden (20).
De lo que pasa en la vida real frente a las cámaras a lo que se ve en la pantalla hay cientos de personas en varios departamentos coordinando el trabajo en los estudios Warner, de Vancouver. En medio del frío de la ciudad, Angel, la asistente de producción, muestra las entrañas.
La primera parada es en el área de accesorios, una habitación repleta de cajas que se elevan hasta el techo con la indicación de lo que guardan: bolsas de evidencias, frascos con pociones, joyería. En medio cuelgan dos cuerpos, un tercero similar a un espantapájaros y otro con zapatos pero sin cabeza; también hay sogas y una mesa con objetos que un fan podría reconocer.
Karolina Grant, jefa del departamento, describe: “Todo está organizado lo mejor que se puede, acá tenemos un montón de cosas que agarramos al azar, celulares, cabezas, monederos, sangre y lo ordenamos lo mejor que podemos”, dice señalando la mesa de la que sobresalen las identificaciones de los hermanos Winchester como parte del FBI, un bat con púas y muñecos vudú. “También guardan muchos cerebros de plástico”, agrega sonriente.
En otra área está la gran bodega de vestuario donde está acomodada la ropa del elenco. Parece una fábrica de ropa y todo está planeado, pues muchos personajes mueren y reviven constantemente.
Tal vez uno de los secretos mejor guardados de esta producción está en los dos tráilers junto a los estudios. Es el departamento de efectos visuales. Desde hace 13 años, Mark Meloche trabaja aquí. Emocionado de mostrar su magia, asegura: “Todo es tiempo y dinero. Hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos y hemos tenido buen resultado”, dice al tiempo que muestra varias escenas con y sin efectos.
En el tráiler conjunto trabajan 13 personas en la oscuridad, sentados frente a sus computadoras.
“Una de las razones por las que amo mi trabajo es porque tengo el chance de estar en todas las fases de la producción”, dice Mark. Y revela su especialidad: cortar cabezas, tantas que perdió la cuenta.
Jerry Wannick presenta el lugar en el que los personajes están en casa. Se ve el gran mapamundi iluminado en una mesa, una biblioteca, el observatorio y las recámaras de los hermanos.
Todas las paredes son removibles y están sostenidas desde el techo; en los pasillos también hay ciertos trucos para la producción, como paredes curvas.
Orgulloso, Jerry comparte que cuando presentó el lugar al escritor de la serie, quedó conmovido de lo bien que había sido materializada su idea. También señala que todos los moteles a los que llegan (construidos en set) están relacionados con la temática del capítulo.
Hablar del Chevrolet Impala 1967 es como hablar de otro personaje de Supernatural. Es el vehículo en el que los hermanos se mueven de un lugar a otro y lleva el sobrenombre de “Baby”; para sorpresa de los seguidores, no es un sólo coche, sino tres.
El valor de estos automóviles, debido a la serie, se ha incrementado pues cuando ellos adquirieron el coche hace 14 años les costó de 3 mil dólares, hoy, un modelo idéntico al de los Winchester cuesta 10 mil.
Al caer el sol, alrededor de las 17:00 horas, el ritmo de trabajo disminuye pero los actores, quienes hoy no estuvieron en el set, continúan rodando sus escenas.
arq