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Kate del Castillo salió al balcón, miró al horizonte donde se encuentra la Catedral Metropolitana y, después de siete horas de trabajo, se alejó del lugar sin decir palabras.
La actriz regresó así a rodar ayer en las calles de la Ciudad de México, a tres años de la polémica provocada por el encuentro que tuvo con Joaquín El Chapo Guzmán.
Y lo hizo en grande, pues la secuencias hecha en un edificio aledaño al Templo Mayor, formará parte de la cinta Bad boys for life, en donde será la villana y hará la vida de cuadritos a Will Smith y Martin Lawrence.
Desde temprano, reflectores, cámaras y grúas con luces tomaron por sorpresa a quienes en Jueves Santo paseaban por el centro capitalino.
En el techo del complejo se podía observar una Virgen María rodeada de muchas velas, a manera de altar. Varios de los testigos habían ido a la misa de la Catedral y decidieron quedarse a ver lo que ocurría.
Mientras Kate filmaba bajo las órdenes del realizador Edil El Arbi, quien repartió autógrafos a fans que lo reconocían, el otro protagonista del filme, Will Smith, presumía en redes sociales las escenas que rodó en un edificio cercano a Chapultepec.