Por siglos la existencia de Dios ha tenido dos bandos: aquellos que dicen creer en su existencia y los que la niegan.
Sea cual fuese el caso, preguntar para ti “¿qué es Dios?” puede traer un mar de respuestas, mismas que el programa La historia de Dios, conducido por Morgan Freeman busca desentrañar.
“Es complejo hablar de Dios, cada quien tiene su idea de lo que eso significa y de alguna manera, todas son correctas, aunque siempre estará la parte que cree y la que no. En la historia de la religión, podemos pararnos en un punto para mirar al pasado y encontrar algunas cosas que sustentan la existencia de un dios”, detalló James Younger, productor de la serie.
Para su tercera temporada que se transmite todos los domingos a las 21:00 horas a través de la señal de National Geographic, la serie ahondará más en la contraparte de Dios, el diablo, y el satanismo.
“Buscamos tocar el tema desde lo más profundo, desde lo más antiguo. Hicimos muchos viajes, varias escalas. Estuvimos en el Trono de Satanás, en Turquía, y estuvimos ahí por el Libro de las Revelaciones, que parece que fue escrito al término del primer milenio, y lo que nos ofrece es una vista a lo que pasaba entre los romanos y los primeros cristianos”, señaló el productor.
Al terminar de filmar esta tercera temporada, Younger quedó sorprendido al darse cuenta que la idea de que el diablo es malo es algo que llegó con el cristianismo, ya que antes de eso no está marcado de esa manera en otras civilizaciones.
“Es sorprendente ver que sólo en el cristianismo el diablo es una especie de enemigo que representa la represión del inicio de esta religión”, afirmó.
“Sé que en Europa hay un distanciamiento a las teorías religiosas y se han dedicado más a la búsqueda del conocimiento y la ciencia para entender el mundo que nos rodea. Se sigue cuestionando por qué estamos aquí, qué significamos, de dónde venimos y a dónde vamos", indicó.
Younger cree que esas preguntas no las responderá la ciencia. “La raza humana está desnuda místicamente, buscando la razón y el entendimiento. Y la religión es una manera de enganchar algo que está fuera de tu mente, de lo físico y del mundo”, añadió.