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Luego del lanzamiento de la canción “La trenza” el año pasado, Mon Laferte quiso atreverse a cantar en otros géneros. Fue así que se propuso explorar nuevos sonidos y contar una historia de amor, ruptura y sanación a través de Norma, su nuevo disco.
La cantante dijo que ahondó en sonidos que había escuchado desde joven gracias a otro cantautor. “Traté de buscar el ritmo que me parecía que representaba mejor las etapas de amor. La bachata, por ejemplo, me gusta mucho, sobre todo la de Juan Luis Guerra, que se me hace como un ritmo alegre, amable y buena onda. Pienso que se debería terminar bien, no sé si necesariamente en súper amigo pero civilizadamente”.
El disco fue un reto que se impuso y cuyo resultado se ve, asegura, en cada canción.
“Fue un riesgo grabarlo así, mi voz no está afinada, no está editada, no hay nada arreglado y lo que tocamos ese día es lo que ustedes pueden escuchar ahora”.
Explica que la idea es contar una historia, que la gente ponga todo el álbum y lo vaya sintiendo. “Siempre intento que tenga bastante del arte y que no sólo sea entretener. Quise contar una historia completa que fuera cinematográfica, además de que cada canción tiene un videoclip que van a ir descubriendo poco a poco. Quería arriesgarme y hacer algo nuevo”.
En una apuesta por refrescar su sonido, sus temas transitan entre el bolero, pop, mambo y hasta el rap, hecho que, dice, también espera sea una forma de acercar a nuevas generaciones a esos sonidos.
“Creo que todo empezó porque comencé a ir a salones de baile (como Los Ángeles), el año pasado sentí que tenía que tomarme un descanso de tocar para ir en una búsqueda musical nueva y fue un descanso a medias porque me la pasé asistiendo a salones de baile de todo tipo, de salsa, danzón y me gusta demasiado la música de otra época”.
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