El príncipe Enrique y su esposa Meghan anunciaron que planean retirarse como miembros principales de la familia real británica y que trabajarán “para ser económicamente independientes”, en una declaración sorprendente que subraya el deseo de la pareja por forjar un nuevo camino para los integrantes de la realeza en el mundo moderno.
En un comunicado emitido el miércoles por el Palacio de Buckingham, la pareja real señaló que tiene la intención de apuntalar su trabajo en organizaciones benéficas. También dijo que planea “equilibrar” el tiempo que pasa entre suelo británico y Norteamérica, donde creció la duquesa de Sussex de 38 años, nacida en California.
Enrique, de 35 años, es el nieto de la reina Isabel II y sexto en la línea de sucesión al trono británico. Con su cabello pelirrojo es uno de los integrantes más distintivos y populares de la familia real y ha pasado toda su vida bajo la luz pública.
Antes de casarse con Enrique en una boda vista en todo el mundo en 2018, la duquesa de Sussex trabajaba como actriz y era conocida como Meghan Markle. Tuvo un papel estelar en la serie Suits. La pareja tiene un bebé llamado Archie.
“Tras muchos meses de reflexión y diálogo interno, hemos decidido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución”, dijeron Enrique y Meghan en su misiva.
“Tenemos la intención de retirarnos como miembros principales de la familia real y trabajar para volvernos económicamente independientes, mientras continuamos apoyando totalmente a su majestad la reina”. El comunicado también fue publicado en su Instagram.
Por el momento no estaba claro en qué parte de América se asentará la pareja. La duquesa creció en Los Ángeles y trabajó como actriz en Toronto. Enrique y su familia se ausentaron de la tradicional reunión navideña de la reina en su propiedad en Sandringham para viajar a Canadá a ver a la madre de Meghan, Doria, quien vive en California.
La pareja habló sobre sus planes futuros en un sitio de internet que señala que el Fondo Soberano, que financia a la monarquía británica, cubre únicamente 5% de sus costos y se usa para los gastos de su oficina oficial, pero que desea terminar con este vínculo financiero.
Aunque estaba acostumbrada a la atención de los medios, la duquesa ha dicho abiertamente que el nivel de notoriedad que implica ser parte de la familia real británica le resultaba difícil.
La familia real británica, que no pasa por su mejor momento, afirmó entender la inquietud de la joven pareja, convertida en obsesión de la prensa británica, pero advirtió de lo complicado de tal decisión.
“Las discusiones con el duque y la duquesa de Sussex se hallan en un estado precoz”, afirmó un comunicado del palacio de Buckingham. “Comprendemos su deseo de iniciar otra andadura, pero son cuestiones complicadas que requieren tiempo para ser resueltas”, agregó.