Esta es, sin duda, una de las noches en las que la moda brilla en todo su esplendor. En la 91 entrega de los Oscar vimos a estrellas de todas las edades, géneros y de distintas nacionalidades, desfilar elegantísimos sobre la alfombra roja.
En uno de los primeros atuendos en desfilar en “la madre de las red carpets”, el cantante y actor Billy Porter apareció con un smoking y un enorme vestido de noche, creado por el diseñador Christian Siriano.
Chadwick Boseman, protagonista de Black Panther, también impactó con su atuendo: un blazer largo en un patrón geométrico de lentejuela, acompañado de pantalones de pierna ancha y una camisa de cuello alto y lazo al frente, de Givenchy Haute Couture.
También destacaron Jason Momoa, Aquaman, con un smoking de terciopelo rosa de Fendi, creado por el fallecido Karl Lagerfeld (que había coordinado con un scrunchie de la misma marca para la melena); Nicholas Hoult con un smoking asimétrico de Dior; el músico Mark Ronson con un smoking de Maison Lance, y Henry Golding, estrella de Crazy Rich Asians, con un estilo de estrella del viejo Hollywood, un smoking de Ralph Lauren que acompañó con chaleco y corbata blancas, quizá el hombre más elegante de la noche.
Pocas princesas.
Las chicas, por su parte, no se quedaron atrás. Aunque la mayoría de ellas dejó atrás el clásico vestido de princesa, tan frecuente en las alfombras rojas, muchas de ellas lucieron en cambio como unas verdaderas reinas.
Lady Gaga desfiló con un impresionante Alexander McQueen negro, guantes a juego y la joya más impactante de la noche: un collar de Tiffany con un enorme diamante canario de ¡128. 54 kilates!
Charlize Theron impresionó en un hermoso Dior en azul polvo sin espalda adornado con un collar de Bvlgari en la forma de la serpiente, y otras piezas de la casa, que sumaron un valor de tres mdd.
La estrella más esperada por los mexicanos era, por supuesto, Yalitza Aparicio, quien lució un vestido azul celeste de un hombro, de Rodarte. Aunque el look total resultó menos espectacular de lo que quizá nosotros, sus compatriotas esperábamos —también debido a que casi no llevó accesorios y su melena fue peinada al natural—, Yalitza se veía contenta y segura, lo cual siempre ayuda. Su coestrella, Marina de Tavira se veía sexy y elegante en un J. Mendel rojo, con falda de capas, de tul drapeado.
También espectacular Jennifer Lopez, en un vestido disco cubierto de pequeños espejos, de Tom Ford, que le quedaba increíblemente bien.
Esta fue una noche que, aunque un poco errática y caótica en la conducción, definitivamente no decepcionó en uno de los rubros en los que siempre ha destacado: mostrar lo mejor y lo último de la moda.