“A Sean Penn le daría una patada en los testítulos y a Enrique Peña Nieto, ex presidente de México, no le diría absolutamente nada porque ya no está”. Kate del Castillo se refiere así a dos de los hombres que afectaron su vida en los últimos tres años, cuando tuvo que autoexiliarse en Estados Unidos, por acusaciones en su contra relacionadas con el narco.

“(Enrique Peña Nieto) ya ni está, mejor hablemos de lo que hay ahora”, dice en su primer encuentro con la prensa mexicana, en la capital del país, desde 2015.

“Sean Penn se portó muy mal porque no me protegió y además arriesgó mi vida, le daría en los huevos, sin duda”, subraya a pregunta expresa, instantes después de darle un trago al vaso que contiene su tequila de marca propia.

¿Y qué dice sobre Joaquín Guzmán Loera El Chapo con quien se reunió para, en su momento, hacer un proyecto audiovisual?

“Ya han salido tantos proyectos del señor, series, películas, que yo no tengo a corto o larguísimo plazo, hacer algo sobre él. Yo tengo proyectos propios”, comenta.

Entre esos se encuentra uno con la luchadora social Lydia Cacho, del que se reserva título y dos cintas más, una de ellas seguramente comedia porque ya merece algo ligero.

También la tercera temporada de Ingobernable (en la que interpreta a una primera dama) aún en negociaciones, pero que espera hacer aquí.

“Ya es tiempo de que el personaje corra en estas calles, no más dobles”, apunta en referencia a que las apariciones en secuencias en México eran actuadas por alguien más.

Durante 43 minutos y 27 segundos, Kate habló de todo tras llegar desde Los Ángeles, California, en un hotel cercano a Chapultepec. En la conferencia estuvo acompañada por sus abogados y, entre los asistentes, por su hermana Verónica.

Su regreso al país lo hace sin protección legal alguna porque, señalan sus abogados, no tiene nada de qué temer.

Seguirá en curso la demanda por 60 millones de dólares contra el Gobierno Federal por haber afectaciones y su queja en la Comisión Interamericana de Derechos humanos

“Ya hubo un pronunciamiento por parte de jueces federales de que hubo una maquinación del Estado a través de la Procuraduría (General de la República) y tiene derecho a buscar la verdad, la justicia y reparaciones, y es lo que estamos buscando”, señala su abogado Alejandro Rojas Pruneda.

Kate refiere que, en caso de ser requerida, testificaría en el juicio que se la sigue a Guzmán Loera, en Estados Unidos, pero asegura que no aportaría nada, pues apenas estuvo unos minutos con él.

Lo que sí considera, a pregunta expresa, es que por ser mujer le pasó la persecución de la que fue objeto y que, comenta, la dejará estigmatizada por el resto de su vida.

“Sin duda, si hubiera sido hombre no estaríamos aquí ahorita, claro que es una violencia por ser mujer, ser actriz, todo tiene que ver; incluso el abuso de los hombres que me acompañaron y es una tristeza que sigamos en esta época teniendo que luchar porque somos mujeres y ya tenemos el doble de la vida difícil”.

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