De buen humor y vistiendo una playera amarilla, como la que portaba cuando fue detenido, el ex líder de las autodefensas en Michoacán, José Manuel Mireles, salió ayer del Centro de Readaptación Social (Cefereso) número 4 en la localidad de El Rincón, en el municipio de Tepic.

El pasado jueves, tras el pago de una fianza de 30 mil pesos, Rubén Olvera, juez de Uruapan, ordenó la liberación bajo caución del doctor Mireles, quien estuvo casi tres años en prisión acusado de portación ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército.

Mireles salió en una camioneta penitenciaria, flanqueado por su hermana Virginia Mireles y el diputado local Daniel Moncada Sánchez.

Un nutrido grupo de reporteros y fotógrafos lo esperaban en uno de los principales accesos al penal ubicado sobre la carretera libre Tepic-Mazatlán. Él bajó de la camioneta, agradeció que estuvieron pendientes de su caso y respondió algunas preguntas.

Se le apreciaba fuerte, emocionado y con deseos de recuperar su calidad de vida. Comentó que no guarda rencores, ni desea revanchas, sólo ser feliz y ayudar a reconciliar a Michoacán. El diputado Moncada Sánchez urgió a la Procuraduría General de la República (PGR) a que se desista de la acción penal “y ponga fin a este capítulo oscuro en la historia de la procuración de justicia en el país”.

Explicó que lo que determinó el juez es solamente que Mireles enfrente su proceso penal fuera de prisión, por lo que buscarán que el Estado le reconozca que es inocente.

Mireles retomó la palabra y respondió varias preguntas: se desahogó y recriminó que la soledad lo mataba poco a poco tras las rejas y esas enormes paredes que rodean el centro penitenciario de máxima seguridad, aunado a la “tortura sicológica” de la cual —dijo— fue víctima en los casi tres años de prisión. También negó que el movimiento de autodefensas haya sido financiadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Aseguró: “Si hubiera sabido que el gobierno federal estaba involucrado en todo el crimen organizado de Michoacán y de la nación, no me meto a la lucha social”.

Reaccionó y atajo el tema. Indicó que su único objetivo en este momento es atenderse médicamente. Explicó que tiene descontrolado su grado de diabetes y debe revisarse del corazón, puesto que sufrió dos preinfartos en prisión y eso es lo que más le preocupa por el momento. “Todo lo que haga después de esto va a depender mucho de mi situación física. No puedo hacer ningún plan ahorita, ni ningún proyecto, sino que iré a la revisión médica primero, a descansar y después veremos”, sostuvo Mireles.

El ex vocero de las autodefensas estuvo en el penal federal número 12 de Hermosillo, Sonora, del 28 de junio de 2014 al 1 de noviembre de 2016, cuando fue trasladado a la cárcel federal de Tepic, de la que salió este viernes.

Después de una breve charla con reporteros, con sus allegados se detuvo en un hotel a desayunar y después partió, sin que nadie sepa cuál fue su destino.

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