Uriel Pérez Vallejo nació el 6 de octubre de 1995, creció en una familia de tres hermanos. Le dicen "El Bombardero" por ocurrencia de un amigo de su papá.
“Salir adelante en un país donde el camino del deporte no es fácil”
“Hay un amigo de mi papá y veía que a casi todos noqueaba y dijo que pegaba muy duro, que los golpes que tiraba eran como bombazos, y me puso'El Bombardero', me gustó y cuando debuté como profesional lo usé”, expresó.
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Hubo una época en la que la situación en casa no era fácil, su padre trabaja como soldador para algunas empresas y su madre Socorro Vallejo, siempre ha cuidado de Uriel y de sus hermanos: el más pequeño, Rubén, quien también es boxeador, y el más grande Omar, mientras que Uriel es el de en medio.
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En su paso por llegar al objetivo, la escuela se convirtió en un obstáculo para el púgil queretano, los tiempos ya no alcanzaban, o entrenaba o estudiaba y Uriel tuvo que tomar una decisión de vida, soltar un privilegio que pocos tienen, sus estudios.
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Hoy, a dos años de su debut como profesional en el boxeo, Uriel suma 17 peleas ganadas, dos perdidas y 14 ganadas por nocaut.
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El próximo 9 de diciembre podría ser la oportunidad de presentarse en el escenario por excelencia del boxeo: Las Vegas.
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"Quiero ser el mejor del país y después uno de los mejores libras por libra, quiero ser campeón del mundo. Creo que puedo ser el primero del estado”, señaló.
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Bombardero sueña con que el boxeo le dé lo que de niño le faltó a su familia, y anhela con que su trabajo, en este deporte, le regrese un poco de lo que él ha dado para poderlo disfrutar con sus seres queridos.