Cuando se dio cuenta que ser empleado en una empresa del sector industrial no era lo suyo, ni los sueldos eran lo que él imaginaba y no tenía la suficiente libertad para ser creativo, Alberto Villalobos García decidió ser emprendedor: “Me considero mal empleado, siempre me ha gustado ser independiente, creativo”, comenta Alberto.
Este año la empresa Plásticos Industriales de Querétaro cumplió 25 años, aniversario con el que se consolidan los sueños de Alberto, un emprendedor guanajuatense que considera que la disciplina es el principal factor del éxito. El sueño comenzó en 1992, cuando renunció a la empresa donde trabajó 10 años en áreas de producción y mantenimiento. Su suegro le prestaba un pequeño local junto a su casa.
En ese entonces, Alberto era el hombre orquesta porque era barrendero, distribuidor, diseñador, al mismo tiempo; con el paso de los meses contrató a dos empleados, pero con el crecimiento de personal también crecía el número de responsabilidades.
En la pequeña empresa se fabrican empaques de PVC, cañuelas, parches vulcanizados y todo tipo de hules que en sus inicios producía 300 empaques al mes; ahora son 18 empleados y producen 10 toneladas de manguera PVC y cinco toneladas de empaques de hule en el mismo periodo.
Borrón y cuenta nueva
Pareciera que Alberto ya lo había aprendido todo después de trabajar 10 años en la industria, pero dice: “El verdadero conocimiento se adquiere en el campo de batalla”; por eso, cuando inició el proyecto fue un borrón y cuenta nueva para el ingeniero industrial. Conseguir los materiales para trabajar, organizar a los empleados y conseguir clientes fueron sus primeros retos.
Comenta que él mismo construyó tres de las máquinas con las que trabajan y que lo más importante, antes que cualquier cosa, es identificar las necesidades del mercado.
“De nada me sirve comprar un camión y después buscar quién necesita transporte, debe ser al revés, saber quién necesita transporte y cuando el cliente te dice que sí, entonces ahí sí se debe comprar el camión”, explica el emprendedor.
Al principio conseguir clientes fue tarea difícil, pero poco a poco se fueron concretando pedidos de empresarios, algunos por recomendación, y otros como resultado de tocar muchas puertas.
“Cuando una gran empresa tiene una necesidad y un pequeño empresario le puede resolver el problema, se tiene una química maravillosa. Se trata de aprovechar las oportunidades, estar en el momento preciso y tal vez hasta se necesita un poquito de suerte”, comenta.
Ese es el lema de Alberto, aprovechar cualquier oportunidad y no dejarla ir. Este año uno de sus clientes hizo un pedido de tres mil empaques, después el cliente cambió de opinión, quería 10 mil y luego 70 mil empaques; la empresa Plásticos Industriales de Querétaro no tenía personal ni maquinaria suficiente para resolver el pedido, pero aceptó el reto y como pudo solucionó el problema.
“Tuvimos que buscar moldes, conseguir prensas, herramienta, gente. Hacer de todo para resolver la necesidad del cliente, ponerse la camiseta. Yo tengo que estar involucrado, afortunadamente ahora tengo personas que me ayudan en recursos humanos, contabilidad, logística, así me enfoco en conseguir materias primas y en la venta del producto”, dice.
A pesar del espíritu de emprendedor que desde siempre ha mostrado Alberto, las dificultades económicas se han hecho presentes, la llegada de nuevas y grandes empresas al estado poco a poco va desplazando a los pequeños empresarios de Querétaro.
“El gobierno debería de proteger más a los pequeños empresarios porque están llegando empresas y son grandes. Cada vez es más difícil la situación. Por poner un ejemplo, antes para ganarme 10 mil pesos tenía que facturar 20 mil, ahora para ganarme esos mismos 10 mil debo facturar 120 mil, conforme va pasando el tiempo se va haciendo más difícil”
“Sí hemos tenido muchos momentos de crisis, pero le echamos fe y ganas, en esos momentos más ideas llegan. Es muy normal tener miedo, siempre la duda o el miedo a lo desconocido estará presente, pero creo que con tener disciplina, ingeniar sistemas de trabajo, ser eficientes, responsables, se van dado los resultados, yo siempre desarrollo algún producto y terminamos haciendo otra cosa, esto es mucho de aprovechar oportunidades”.
Resultados después de 25 años
Para Alberto Villalobos, dueño de la empresa Plásticos Industriales de Querétaro, en el municipio de El Marqués, los 25 años de trabajo se pasaron casi sin sentirlos, cuando menos lo pensó había generado 18 fuentes de empleo y tenía clientes en Celaya, Guanajuato, Guadalajara, Mazatlán, Puebla, Distrito Federal y locales.
“Uno tiene la necesidad y va resolviendo primero una cosa, después otra y así pasa el tiempo, cuando uno mira hacia atrás se da cuenta de que antes teníamos sólo dos empleados y ahora son casi 20, además, también hay empresas que dependen de nosotros, que dan servicio de mantenimiento, contabilidad. Nos gustaría a largo plazo realizar varios proyectos para crecer, ampliar el mercado y la capacidad de producción. Hay que cuidar no gastar más de lo que ingresa”.
“Siempre me ha llamado la atención el comercio cuando entré a la industria me dí cuenta que no ganaba tanto pero siempre tuve la idea de ser independiente, de hecho me considero mal empleado, me costó trabajo darle gusto al jefe, siempre me gustó ser independiente”.