Entre planchas de carbón, muñecas, máquinas de coser y otros objetos que fueron utilizados por mujeres del siglo pasado, resaltan los perfumeros de porcelana con atomizadores en pera, de la queretana Cristina Martínez
“Empecé porque seguido iba a estos lugares; se me hacía muy curioso y me imaginaba todas las historias detrás de cada objeto: Las damas con sus elegantes abanicos y los caballeros con su pañuelo o fistol”, relata Cristina embelasada por los objetos.
“Hay que saber de cristales, tipos de madera, metales, y sobre todo, de historia, porque actualmente se pueden encontrar muchas imitaciones. En mi caso, que no llevo mucho en esto, he aprendido de mis compañeros, y en realidad todos aprendemos de todos porque no hay un lugar a donde ir; debería haber una universidad para anticuarios”, asegura entre risas
Redacción
Figuras de porcelana, muñecas y antiguas revistas dirigidas al público femenino, se pueden encontrar en los espacios de antigüedades, dirigidos por las pocas mujeres anticuarias en la ciudad.
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En su caso, la acumulación de objetos viejos y algunas antigüedades la empujó a buscar un espacio adecuado para cada cosa, lo que considera muy importante y necesario. Por ello creó “La Carreta” un bazar dentro de la Casona de Arte
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Por otra parte considera que deberían generarse espacios de estudio y especialización para los anticuarios, en donde puedan aprender numismática y filatelia, entre otros estudios, que les brinden más herramientas para el análisis y clasificación de los objetos
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Asimismo confiesa que para ella fue muy complicado abrir su propio negocio de esto, ya que a su familia no le agradaba la idea, aunque con el tiempo han aceptado su posición porque la ven feliz y a gusto recolectando historias.