Muchos son los factores que hacen especial a La Carrera Panamericana: Es la única carrera de su tipo en el mundo, con autos clásicos corriendo durante siete días por gran parte del país. Es, además, la única oportunidad para ver automóviles de ediciones súper especiales en acción. Pero, sobre todas las cosas, es una competencia que año con año reúne a grandes amigos para compartir su pasión por el deporte motor. Y el XXX aniversario de la conocida como “The ultimate road race” no fue la excepción.
A esta edición no faltaron corredores asiduos como Eduardo Henkel, quien platicó con Clase sobre sus experiencias en la que calificó como “la mejor competencia del mundo”. Dijo que durante los 27 años en los que ha competido “hemos vivido de todo. Ganamos varias veces y hemos chocado otra tantas, pero siempre nos hemos divertido”, y nos dijo que “el tiempo se me hace eterno de un año para otro. Me encantaría que hubiera dos al año”. Además dijo que el trabajo de Eduardo León, fundador y presidente honorario de esta segunda era, es “admirable” y consideró prioritario seguir apoyando para conservar este evento sin igual. Se dijo totalmente preparado para la competencia de este año, incluso ante cualquier inclemencia del tiempo. “Seguramente lloverá y tenemos listas llantas especiales para correr en el agua. En lo personal me gusta la lluvia”.
Por su parte, Eduardo León nos contó que la competencia sigue viva gracias a que “hay mucha fidelidad al evento porque se vuelve adictivo”, y bromeó: “Dímelo a mí que ya llevo 30 años en los que ya involucré a la familia”. Además compartió algunas anécdotas sobre Adrián Fernández, quien es su amigo de toda la vida y quien este año por fin pudo estar presente en La Carrera como Grand Marshal. “En los inicios de Adrián, cuando se fue a Europa, me tocó apoyarlo. Nos une una amistad muy estrecha. Él no había tenido tiempo para estar aquí por sus muchos compromisos, pero este año del aniversario le dije 'ésta no te la perdono', y aquí está, vuelto loco, muy feliz. Entre los dos siempre hubo una relación muy especial que hoy se está coronando”. Además nos confesó que han platicado sobre la posibilidad de que el expiloto de la Champ Car compita oficialmente en un futuro próximo. En esta edición especial no pudieron faltar pilotos y navegantes como Leo Noetzel, un veterano con 27 años como competidor; Angélica Fuentes, considerada una de las mejores navegantes de la historia del certamen, con tres trofeos de campeona y 21 años de experiencia.
También estuvo presente Benito Guerra, que con esta edición sumó 12 participaciones; o el matrimonio y mancuerna en la pista, Laura e Hilaire Damiron, quienes han competido en tres y nueve ediciones respectivamente.
Para celebrar en grande, durante su paso por la Ciudad de México, La Carrera Panamericana abrió una exposición fotográfica en el Paseo de la Reforma, para recordar a las personalidades que han corrido en ella y los mejores momentos de estas tres décadas. Tanto en la ceremonia de inauguración de la muestra como en la de llegada de los competidores a la Ciudad de México, estuvieron presentes Jo Ramírez y Federico González Compeán.
ADRIÁN FERNÁNDEZ
Sobre la amistad y una pasión compartida
¿Qué se siente estar en La Panamericana junto a un amigo de toda la vida como lo es Lalo León?
Es un gran honor estar con Lalo. Nos conocemos desde mis inicios, cuando mis tíos corrían autos, y seguimos siendo amigos. En el 88 me fui a Europa, cuando ya había corrido todas las categorías nacionales. A la par de que yo logré el sueño de correr allá, Lalo reinició el gran sueño de La Panamericana después de muchos años de ausencia. Ambos seguimos nuestros propios caminos, sin embargo él estuvo presente cuando más lo necesité.
Por fin pudieron coincidir sus agendas...
Siempre hemos estado en contacto y yo he seguido el progreso de La Carrera. Por nuestra agenda no habíamos tenido la oportunidad de estar juntos sino hasta ahorita. Qué bonito que sea en el 30 aniversario. Se dice fácil pero se debe mucho a su guía, liderazgo y amor al deporte. Porque esto se trata de amar al automovilismo. Sin eso no habría Panamericana. Tiene el éxito que tiene por el amor que Lalo le ha dado.
¿Qué expectativas tienes de la competencia?
Quiero aprender mucho. Estoy como niño chiquito. Aquí hay muchos amigos. Normalmente en las carreras uno vive una vida muy agitada y hay poco tiempo para platicar con ellos. Siempre que venía a México eran demasiadas las cosas que tenía que hacer y nos disfrutaba de estos momentos. Ahora lo voy a poder gozar con Lalo.
¿Por qué La Panamericana es importante para el deporte motor de México?
Ésta y el Gran Premio de México son las joyas de nuestro país y hay que cuidarlas porque son las que nos representan en todo el mundo.
¿Podremos ver a Adrián corriéndola pronto?
Voy a aprender todo para ver si me animo en un futuro. Esto me acerca mucho a mi país que tanto extraño. Poder recorrerlo es una forma de acercarme más a mi gente y al mismo tiempo divertirme con tantas personas que aman el automovilismo. Es un sueño hecho realidad.