Más de tres mil personas se reunieron este fin de semana para ser testigos y partícipes de una de las fiestas más famosas de Múnich, Alemania: el Oktoberfest, celebrado en el Balvanera Country Club, en donde queretanos, visitantes de otros estados y comunidad alemana residente acudieron a este gran evento.
“Este festival tiene la intención de crecer año con año hasta lograr ser nacional, la idea es tener una divertida convivencia entre distintas culturas, que conozcan y disfruten”, expresó Fernando Robledo, coordinador del festival.
Durante el evento se reunieron expositores locales de cerveza artesanal, así como representantes de productos de nivel internacional, entre los que destacó “Oettinger beer”, un fermentado con presencia en más de 100 países y certificado como libre de transgénicos.
“Estamos muy contentos de estar en este Oktoberfest, traemos para el público el sabor de una verdadera cerveza con ingredientes, tal cual se hacía desde 1516. Con agua, malta, lúpulo y levadura, además agregamos elementos que la hacen única”, expresó César Monte, representante nacional de “Oettinger”.
Para ponerle ritmo a la celebración, distintas bandas de origen europeo pisaron el escenario del evento, así como DJ’s y animadores que alegraron la visita de cada uno de los presentes con música y actividades ad hoc.
Familias completas llegaban al lugar para disfrutar de platillos típicos como la salchicha bratwurst en distintas presentaciones, pretzels y hasta crepas “fankujen” con la receta secreta alemana.
Por supuesto no podían faltar los trajes típicos, dirndl para las mujeres y lederhosen para los hombres, que fueron acompañados por los accesorios ideales como sombreros, vestidos, tirantes y coloridas calcetas altas.
“Es la primera vez que venimos, queríamos ver qué opciones había, cuando llegamos nos encontramos con que está bastante agradable, además la cerveza de Alemania se caracteriza por ser buena”, comentó Nestor Piña, originario de Nayarit.
Entre los asistentes destacó un grupo de amigos que llevaban “pumpkin ale”, una bebida peculiar; se trata de un preparado especial para estas fechas que consiste en una cerveza artesanal, servida dentro de una calabaza.
“Ya conocíamos el festival, a los tres nos gusta bastante y habíamos venido pero no los tres juntos así que esta ocasión es especial. Compramos esta bebida, y nos explicaron que contiene especias otoñales, ¡está deliciosa!”, afirmó Sofia Rosillo, proveniente de Mexicalli.
La naturaleza del lugar fue ideal para recrear la tradición de Múnich, un magno festival que se celebra año con año en amplios parques, en los que de igual manera como en este Oktoberfest, destacaron las largas mesas comunitarias de madera, en las que se propicia una gran convivencia.
CON TOQUE INTERNACIONAL
- El Qrochela reunió a expositores de cerveza artesanal locales y productos internacionales.
LA SENSACIÓN
- El “pumpkin ale”, cerveza artesanal servida en una calabaza, atrapó el paladar de los visitantes.
DIVERSIÓN PARA TODOS
- Para los asistentes más pequeños había un área especial con inflables y juegos.
- El evento fue 100% pet friendly.
SANA CONVIVENCIA
- Se contó con largas mesas comunitarias de madera, aunque algunos prefirieron sentarse en el pasto para disfrutar del soleado día.