Detrás de una modesta fachada se encuentra La Norteña, donde las generaciones coinciden en la barra para relatar viejas andanzas y el día a día, al igual que hace 60 años.
Desde hace más de medio siglo, los queretanos se quitan la sed y hasta el mal de amores, en esta tradicional cantina
La familia Estrada lleva poco más de medio siglo curando la sed y hasta el mal de amores sobre la calle Hidalgo, en el Centro Histórico.
Redacción
Consideran que, ante todo, una de las características que define a una cantina tradicional es la confidencialidad y la confianza que hay entre el tabernero y sus parroquianos.
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En bebidas, se encuentra el “Chilacatazo”, que aunque se caracteriza por una mezcla simple de tequila, agua mineral, limón y sal, “el secreto está en la mano”
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En el lugar pueden verse afiches y banderas del América, imágenes de la Virgen de Guadalupe, así como el retrato de Rafael Estrada, papá de los hermanos, junto con su característica frase “Pásenle muchachos”.
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Para el hambre y el antojo, dicen que no hay nada como su caldito de camarón y los tacos de ganso en salsa verde.
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Los viernes son de música en vivo con la agrupación Band on the run, con un repertorio vasto de música oldies y rock and roll clásico.
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“Creo que toda la vida, los Estrada hemos emborrachado gente como cantineros”, dice entre risas, Juan Carlos