La solidaridad en forma de apoyo físico y moral surgió de Querétaro para hermanarse con la Ciudad de México, Morelos, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, tras los sismos ocurridos los pasados 7 y 19 de septiembre.
“México está herido y en Querétaro compartimos ese dolor. Nuestro estado nuevamente está mostrando su rostro más solidario (…) todos se han volcado tanto a los centros de acopio, como en auxilio a las víctimas, conformando un solo cuerpo de rescate y asistencia”, fueron las palabras del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, quien anunció que por solidaridad, entregará su segundo informe de gobierno al Congreso local, como lo establece la Constitución, pero omitirá la celebración masiva.
En Querétaro, el sismo ocurrido el martes 19 de septiembre se sintió con una intensidad mucho menor a los 7.1 grados Richter que tuvo en la Ciudad de México –3 y 4 grados–, no así la ayuda y el apoyo que se vio exponencialmente brindado, luego de las primeras horas del desastre reportado.
La primera acción de solidaridad fue la apertura de las pistas del Aeropuerto Internacional de Querétaro, para utilizarlas como aterrizaje alterno, por lo que se recibieron, de manera temporal, seis vuelos provenientes de Puerto Vallarta, Montreal y Orlando, entre otros destinos.
Asimismo, el hospital regional 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendió tres cirugías de urgencia llevadas a cabo en la madrugada del miércoles; todos los pacientes provenientes de la Ciudad de México.
Por su parte, la ayuda de paramédicos y rescatistas partió en un convoy conformado por 35 paramédicos, así como 10 unidades, siete ambulancias y tres de rescate urbano; entre este equipo, también se contó un binomio; arribando a la ciudad de México la tarde del mismo martes.
Ya en la madrugada, integrantes de la agrupación de Topos de Querétaro, acompañados de un grupo de rescatistas independientes, partieron para sumarse a la ayuda.
Instituciones públicas y privadas como la sede del Poder Legislativo, instalaciones del DIF, la Cruz Roja, la estación de bomberos y campus estudiantiles como la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad Anáhuac, además de la misma redacción de EL UNIVERSAL Querétaro, se convirtieron en centros de acopio, en donde la ayuda llegaba en forma de víveres, materiales de curación, alimentos e insumos que eran separados con el empeño de manos altruistas, de jóvenes millennials y adultos por igual.
Jóvenes a la obra
Los estudiantes de la Universidad Anáhuac, campus Querétaro aportaron su granito de arena al organizar actividades como colecta de víveres en especie y donaciones en efectivo.
El ambiente de esperanza se percibía en los pasillos, ya que mientras algunos preparaban paquetes de comida, otros caminaban entre sus compañeros pidiendo donaciones, y otros más tomaban fotografías para subirlas a las redes sociales, invitando a la comunidad a continuar con la labor.
Dentro del centro de acopio, instalado en uno de los salones de la institución, se podía observar una perfecta organización de los participantes, quienes fueron separados en grupos para empaquetar los artículos de manera correcta y fiel a las indicaciones de la Cruz Roja.
“Tenemos ya un sistema para estructurar todo, estoy muy contenta y sorprendida; mis compañeros han respondido de una manera increíble. Una anécdota es que el primer día, de la nada, empezaron a llegar muchos chicos, tantos que tuvimos que poner horarios, turnos y cupo”, expresó Mariela Gaona, presidenta de la Federación de Sociedades de Alumnos.
Lo recaudado está siendo enviado a Oaxaca y Morelos, ya que la Ciudad de México está siendo cubierta por el campus ubicado en esa entidad.
Pero el apoyo no se ha quedado en el plantel, ya que 51 estudiantes –de diferentes carreras y edades– fueron capacitados por paramédicos expertos en el tema, para acudir a las zonas afectadas como “manos de apoyo”.
“Es un gran momento de solidaridad en todo el país. La intención es ser un par de manos extra y vamos a ayudar en lo que sea: hacer comida, limpiar o mover escombros”, dijo Jorge Villaseñor, alumno de finanzas y contaduría pública.