El trigésimo aniversario de la plaza de toros Juriquilla resplandeció con un nuevo rostro, la juventud demostró entrega y esta tarde Leo Valadez fue el gran triunfador al cortar tres orejas y salir en hombros, el joven hidrocálido le hizo justicia a la gran campaña que ha tenido en España. Por su parte Arturo Saldívar fue de lo rescatable al conseguir una oreja, mientras de los que se esperaba una gran tarde Pablo Hermoso y Roca Rey, no figuraron, en parte por los toros que dejaron mucho que desear.
El primer toro en el ruedo fue Voluntario, de 485 kilos, Marrón presentó un toro muy blando y disperso para Pablo Hermoso, acomodó el rejón de castigo en buen sitio, el rejoneador intentó emocionar al público con las banderillas pero solo se escucharon algunos timidos aplausos; el rejón de muerte entró caído y en medio, el rejoneador tuvo que descabellar y fueron varios intentos antes de que el toro sucumbiera, silencio hubo en el primer toro.
Arturo Saldívar se presentó ante, Chinito, de 482 kilos, un toro negro de la ganadería de Los Encinos. La tanda que ofreció Saldívar logró conectar con el público a pesar de ser un toro sin fuerza, respondió bien a los pases del matador hidrocálido, quien remató la faena con unas manoletinas bien ejecutadas. Lamentablemente la espada quedó a la mitad en el último tercio, Saldívar recorrió a un descabello, el matador se retiro con palmas.
El tercero de la tarde fue Hocicudo, de 498 kilogramos, el peruano le brindó su faena al público de Querétaro, comenzó con unos estatuarios, Roca Rey fue efectivo en su faena pero de nueva cuenta el toro quedó a deber y falló en el estoque, la espada quedó tendida y a tres cuartas partes, el torero recibió palmas de un sector.
Cirileño, de 535 kilos fue el cuarto toro de la tarde, un ejemplar bien presentado, Leo Valadez le brindó su faena a Arturo Saldívar quien ha seguido su carrera desde niño, el joven de 20 años resultó bastante aventurero y entregado en el ruedo pero con muestras de su juventud, por los quites que presentó en esta tarde, infortunadamente pinchó en el estoque y la sefunda espada entró a tres cuartas partes un tanto trasera, el animal tardó en caer pero finalmente sucumbió, una oreja se llevó el joven matador.
Para el segundo toro de Pablo Hermoso, un ejemplar de 487 kilos de nombre Rescatista, si bien, el rejoneador tuvo más soltura y conectó de mejor forma con el público, incluso intentó algunas piruetas y el toro muy noble respondió bien, pero no le alcanzó en el estoque, ya que pincho en diversas ocasiones, silencio en la despedida del matador de a caballo.
El segundo para Andrés Roca Rey fue Patero, de 492 kilos, le dio una mejor faena a Saldívar, un toro mejor presentado, Arturo demostró porte y fluidez durante los tres tercios y remató con un estoque en buen sitio. La autoridad le brindó una oreja al hidrocálido.
Canastero, de 495 kilos fue el septimo de la tarde, un toro que resultó volador ya que a su salida al ruedo por poco va a dar al callejón en un brinco, Roca Rey brindó el toro a Eloy Cavazos quien salió del callejón y se llevó una ovación del público. Eñ astado tuvo fuerza pero trastabilló mucho y en ocasiones puso en peligro a Roca Rey, el matador peruano no lograba acomodar al toro en el último tercio y pinchó además de recibir un aviso, finalmente logró un buen estoque y se despidió de Querétaro entre palmas. Pero el matador regaló un toro.
Leo Valadez fue lo mejor de la tarde, el último toro que lo acompaló fue Pocopelo, de 478 kilos, un astado bien presentado que se prestó más a la faena de Valadez, poco a poco fue creciendo la intensidad, el climax de la faena fue ver al joven matador de 20 años posado sobre sus rodillas para realizar los quites, el estoque resultó limpió y en buen lugar, ante la ovación del público, la autoridad le otorgó dos orejas y con ello se llevó la tarde.
El de regalo llevó como nombre Cubero, de 480 kilos, Roca Rey abrió la tanda con gaoneras, en sí la faena fue buena aunque un tanto discreta, pero el estoque le falló de nueva cuenta, la espada entró a la mitad en el primer intento, una vez más pinchó y finalmemte logró que la espada entrara, el publico lo despidió en silencio.