Las nuevas bicicletas compartidas del sistema Qrobici sorprendieron a conductores y peatones, cuando amanecieron apiladas una detrás de otra en la explanada del Instituto Tecnológico de Querétaro, donde se acomodaron decenas para el arranque del sistema de movilidad no motorizado en Querétaro.
De color negro, con canastilla, cadena oculta, chip localizador con GPS, espejo retrovisor, luces parpadeantes en la parte trasera y velocidades, las bicis fueron el foco de atención durante el arranque, pues autoridades capitalinas, ciudadanos y medios de comunicación realizaron el primer recorrido desde el Tecnológico hasta la Universidad Marista, todos avanzaron sobre la ciclovía de Avenida Universidad, que está casi al 100%.
El alcalde Marcos Aguilar hizo un llamado a perder el miedo, a dejar el auto y a apropiarse del sistema Qrobici, con el que los ciudadanos pueden tomar una bicicleta y hacer recorridos de 30 minutos.
Mauricio Cobo, secretario de Movilidad brindó una explicación técnica, presentó mapas de cicloestaciones y ciclovías, habló sobre la membresía anual de 365 pesos, misma que tiene descuento de 50% durante marzo. Explicó que la membresía debe pagarse con tarjeta de crédito y por cada tarjeta pueden registrarse hasta cinco usuarios. Una vez dicho todo lo que se debe saber sobre el sistema, comenzó la rodada.
La línea de honor integrada por funcionarios se rompió y estos pasaron al ciclopuerto ubicado a las afueras del Tecnológico, con al menos diez bicicletas ancladas a una base de metal.
El edil colocó una tarjeta de prepago en un lector digital, intentó una, dos veces y la tercera fue la vencida, el sistema detectó la tarjeta y destrabó la bicicleta número cuatro, el alcalde tomó la bici, se colocó el casco y avanzó hacia la ciclovía que también cruza por el Tecnológico.
Lo mismo hicieron el secretario de Gobierno Manuel Velázquez, el de Movilidad Mauricio Cobo y el diputado Antonio Zapata, algunos destrabaron las bicis a través de una aplicación móvil que está disponible para cualquier usuario.
Fueron al menos 50 personas las que se sumaron a la primera rodada de bicis compartidas, personas de la tercera edad, jóvenes y mujeres adultas; algunos que sólo pasaban por ahí aprovecharon la oportunidad, tomaron una de las muchas bicis que estaban destrabadas y se unieron a la caravana.
Al inicio fue difícil avanzar debido al número de bicicletas concentradas en un mismo punto. Poco a poco arrancó el primer contingente, luego el segundo y el tercero, cada grupo acompañado de agentes de movilidad también en bicicletas.
Todos pasearon sobre la ciclopista de Avenida Universidad, un carril adornado con flores y hierbas casi listo para inaugurarse. En un recorrido de no más de quince minutos avanzaron de Tecnológico a la Universidad Marista. Fueron pocos los momentos en donde tuvieron que detenerse por completo para respetar los semáforos.
El recorrido terminó en la Universidad Marista, donde personal de Movilidad recibió las bicis y las subió a una camioneta para distribuirlas en los ciclopuertos. Luego los ciclistas compartieron experiencias.