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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró cerca de 70 metros cúbicos de madera en rollo y escuadría de cedro blanco, pino y encino, durante dos operativos distintos efectuados en el Área Natural Protegida de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda.
En una primera actuación, inspectores de la Profepa efectuaron un recorrido en el predio denominado Cerro del Razo, ubicado en el municipio de Landa de Matamoros, donde detectaron la presencia de tocones de cedro blanco, pino y encino, sin que éstos presentaran marca alguna que indicara que eran producto de un aprovechamiento forestal autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Durante la diligencia se procedió a realizar el conteo de los árboles aprovechados y se localizó a los propietarios del predio inspeccionado, quienes tenían en su domicilio parte del producto forestal. Debido a que no demostraron la procedencia legal de las maderas, y a que no presentaron la respectiva autorización expedida por Semarnat para el aprovechamiento forestal de las mismas, éstas se aseguraron de manera precautoria.
En una segunda actuación, el personal de la Profepa, adscrito al estado de Querétaro, realizó una inspección en un Centro de Almacenamiento y Transformación de materias primas forestales (CAT) denominado El Naranjo, ubicado en la comunidad landamatamorense de El Modroño.
En dicho sitio, inspectores de la Subdelegación de Recursos Naturales detectaron fustes de cedro blanco y pino, así como madera aserrada apilada, por lo que se solicitó acreditar la procedencia legal del producto, sin que los inspeccionados presentaran documento alguno.
La Delegación Federal de la Profepa en el estado informó que el aseguramiento se produjo por no acreditar la procedencia legal del producto forestal. Se recuperarón 39 metros cúbicos de madera en rollo de cedro blanco, 7.3 de madera en rollo de pino, 3 de madera en rollo de encino y 20 de madera en escuadría de cedro blanco.
Los infractores pueden hacerse acreedores a las sanciones descritas en el artículo 164 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
A modo de breviario, la tala de madera se ha convertido para familias de la Sierra Gorda queretana en la única opción para un ingreso económico. Sin embargo, quienes se dedican a hacerse con este tipo de recursos naturales trabaja de forma clandestina.