Derivado del crecimiento poblacional al que se está viendo expuesto el estado, en veinte años la calidad de vida en Querétaro se verá mermada, puesto que no se han tomado las medidas necesarias para recibir el flujo de personas que registra la entidad, principalmente en la zona metropolitana, señaló el antiguo secretario técnico del Consejo Estatal de Población (Coespo), Luis Alberto Fernández.
Fue en los años sesenta cuando a raíz de la industrialización del estado, comenzaron a llegar personas para vivir en la entidad, por lo que el crecimiento de Querétaro comenzó a ser cada vez más acelerado, relató el actual coordinador de vinculación y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), “empezó a crecer desde que se empezó a industrializar, sobre todo en donde se asienta la industria que es el municipio de Querétaro”.
De igual forma explicó que si bien la aceleración de la migración se dio a partir de los 80, no era tan ágil como lo es actualmente, “también expulsa gente, pero Querétaro tiene un saldo positivo, porque son más las personas que vienen, que las que salen del estado”. Además, señaló, que desde los primeros años en que se presentó el crecimiento poblacional, las principales atracciones son por un lado el trabajo y por otro lado, las personas que crean sus propios empleos, o que solamente vienen a vivir su retiro.
De acuerdo con Luis Alberto Fernández mientras no exista una planeación que contemple el aumento poblacional en la entidad, el crecimiento siempre vendrá a afectar la calidad de vida de los que ya viven aquí, independientemente de qué origen tengan, “las autoridades son las responsables de orientar dónde te puedes asentar, tienen que ver de dónde van a sacar los servicios urbanos”, explicó.
Otro factor que redunda en que la calidad de vida vaya mermando, son los intereses que tienen las inmobiliarias, respaldadas con la complicidad de las autoridades. La ciudad crece sin las condiciones adecuadas.
El exfuncionario señaló que durante administraciones pasadas, las áreas verdes han sido poco valoradas; ejemplo de ello, se reveló en su estudio, durante el gobierno de Armando Rivera, que se aceptó cambiar el uso de suelo agrícola y la preservación ecológica, a comercial y vivienda de cientos de hectáreas, “el número es estratosférico”.
Señaló que, a no ser que los planes cambien y prevean un crecimiento, la entidad no está preparada para recibir a más de 400 mil habitantes que llegan anualmente, “aunque vinieran 100 personas al año, si no se tiene la capacidad de decir donde van a vivir, la ciudad va disminuyendo su calidad”.