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Seis personas fueron puestas a disposición del Ministerio Público al intentar desalojar a una familia en la colonia Valle Dorado, perteneciente al municipio de Corregidora. Los sujetos dijeron ser los dueños del terreno, al que llegaron con una retroexcavadora, palas y picos para demoler las bardas de la casa.
El incidente se presentó en la calle Valle de Bravo, lote 3, lugar al que arribaron seis sujetos, quienes argumentaron tener una orden judicial para desalojar y demoler la vivienda.
Al no llevar acompañamiento judicial, los habitantes de la casa decidieron llamar a la línea de emergencia 066. Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar y pusieron bajo arresto a los seis individuos.
Con base en la declaración de la señora María de los Ángeles Galván Hernández, los individuos se presentaron y a la fuerza derribaron el zaguán de la casa y comenzaron a sacar las cosas que encontraron en el patio, “diciendo que traían una orden del juez para sacar mis cosas. Llegaron estos sujetos, los dos señores y cuatro muchachos y el de la máquina. De hecho querían empezar de atrás a derribar las bardas, nada más que luego le dijeron que se fuera para adelante; le dije yo que ya le había hablado a la patrulla, por lo que ellos no hicieron caso y continuaron tratando de sacarme”.
En la calle había plantas, redilas de una camioneta, herramientas y algunas otras pertenencias de la familia Galván. Al llegar los uniformados y escuchar la declaración de la señora Ángeles Galván, decidieron arrestar a estos sujetos que presentaron una orden judicial apócrifa con la que pretendían hacerse del terreno.
Por su parte, la dueña mostró el contrato de compraventa, el cual está fechado hace seis meses y con el que demostró que es la legítima dueña de la propiedad.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público acusados de intento de desalojo y portación de documento apócrifo.
Los habitantes de la vivienda, quienes están presentando la denuncia, comentaron que los detenidos ya han cometido varios hechos ilícitos en su contra, entre ellos cambiar las puertas de la casa, por lo que la familia tuvo que llamar a un cerrajero para entrar a la vivienda.
“No es la primera vez que este señor y el señor viejito que los acompaña se tratan de quedar con mi casa. Yo les he dicho que yo la compré legalmente y que pagué mi dinerito con mucho esfuerzo para poder hacerme de ese terreno. Si ellos tienen otras ideas, no es mi problema, yo estoy tratando de vivir en paz y de no meterme en problemas con nadie, pero hasta a mi hijo un día le tiraron sus cosas con las que trabaja,” aseguró Ángeles Galván.