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Ely Barbosa, presidenta del Patronato Queretano de Psicología, manifestó que los problemas que más frecuentemente se presentan entre las personas que acuden a este centro para pedir ayuda son “muchas veces por conflictos familiares, la necesidad de trabajo o relacionados con lo económico.
Con tres años de operación, durante día, el Patronato Psicológico de Querétaro sirve como centro para dar terapia ocupacional, psicológica y psiquiátrica a cualquier persona que tenga una enfermedad mental.
Cuenta con talleres que pueden ser brindados a cualquier persona que se acerque a ellos para solicitarlos.
“En los talleres que hemos dado para los jóvenes, sí hemos detectado a chicos que han tenido varios intentos de suicidio porque sienten que nadie los quiere, que no los comprenden, que están solos, cosas de ese tipo”, aseveró Barbosa.
Los talleres, abundó, los dan cuando se los solicitan y ejemplificó que recientemente dieron uno en la Escuela Normal de Querétaro para capacitar a los futuros maestros en identificación de factores de riesgo, así como en escuelas que así lo soliciten.
Apuntó que quien requiera ayuda puede recurrir al patronato, a través de sus redes sociales, donde están sus datos y la forma de contactarlos.
Explicó que es mediante donativos que se hacen de recursos para operar, como el que les hizo el municipio de Querétaro el año pasado, que les dio un terreno que aún está en trámite, pues la casa donde operan no cuenta con el espacio suficiente para atender la demanda, por lo que ahora están en la búsqueda de fondos para realizar la construcción de sus instalaciones.
También reciben apoyo de otras fundaciones y entran en convocatorias para tratar de recibir recursos.
Agregó que llevan tres años brindando sus servicios e inició a iniciativa de Barbosa, motivada porque no hay un hospital psiquiátrico en la entidad, además de que no existe una cultura de la enfermedad mental en el estado, así como el deseo de brindar una atención de calidad a las personas con este tipo de males y eliminar el temor que existe de acudir a un sicólogo.
Cuestionada sobre la necesidad de un hospital especializado en estas enfermedades, destacó que hace falta un centro de este tipo, pues sólo se cuenta con el Centro Estatal de Salud Mental (Cesam), pero son de “entrada por salida” y muchas veces es necesario un centro donde se pueda prestar atención más profunda a los pacientes.
“Hay veces que es necesario tener internada a una persona que lleva un tratamiento y que necesita estar con vigilancia”, enfatizó la experta.
La opción de que sea el patronato un centro de día, es para que no se vea que se le encierra, pues muchas veces las familias se desentienden de ellos y los abandonan, entonces, la “intención de que sea un centro de día, es que la familia esté presente y que al paciente se le reintegre a la vida social”.
La opción gubernamental. El Cesam, de acuerdo con la información de la Secretaría de Salud, es una unidad que brinda atención en el primer nivel, que opera con personal profesional especializado en salud mental para atender de manera ambulatoria, ofreciendo consulta externa y atención de urgencias a usuarios con padecimientos mentales y que no cuenten con seguridad social.
Entre los servicios que brinda se encuentran la clínica de adulto y adulto mayor, clínica de pareja y familia, clínica de niños y adolescentes, rehabilitación psicosocial, enseñanza y capacitación, investigación, peritajes en materia de psiquiatría y psicología para diferentes instancias oficiales, así como un módulo de atención para víctimas de violencia.
Desde hace tiempo organizaciones no gubernamentales han resaltado la necesidad de contar con una clínica especializada en enfermedades mentales, pues debido al crecimiento de la población en Querétaro, se hace indispensable, ya que la entidad no cuenta con un espacio de este tipo y carece de la atención especializada.
Asimismo, en algunas ocasiones, los enfermos mentales en situación de calle no reciben atención médica oportuna, pues son vulnerables por dos lados, pues además de estar en la indigencia, deben de vivir con su enfermedad en la vía pública y abandonados por sus familiares, señaló la presidenta del Patronato Queretano de Psicología.