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Una multa de 48 mil pesos fue aplicada por el gobierno municipal de San Juan del Río a la empresa responsable de la fuga de ácido clorhídrico ocurrido el pasado 16 de enero en una bodega de la comunidad de Loma Linda.
Aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indicó el 20 de enero que las multas por este tipo de incidentes pueden ser de 20 a 50 mil días de salario mínimo general vigente de acuerdo con la Ley General Para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), autoridades municipales determinaron una sanción de 650 salarios mínimos para la industria responsable de la fuga del ácido que provocó daños y malestares entre los vecinos de la zona, los cuales tuvieron que ser desalojados.
El director de la Unidad Municipal de Protección Civil en San Juan del Río, Luis Enrique López Anaya, y el secretario de Gobierno, José Vicente Pérez Ramírez, coincidieron en la aplicación de una multa inferior a la mínima que fija la ley, y se determinó con base a la valoración que hiciera la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente respecto de la fuga de la sustancia tóxica, lo que difiere precisamente con el boletín de prensa emitido por esa dependencia federal.
Daño en 450 metros cuadrados.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), debido a la fuga de ácido clorhídrico que se encontraba en solución al 30% se registró afectación de suelo en un área aproximada de 450 metros cuadrados.
La dependencia federal apoyó en las labores de contención del derrame tanto en el interior de la bodega como en el predio aledaño, utilizando dos camiones de arena y una tonelada de cal para neutralizar la sustancia.
Los inspectores de esta Procuraduría apoyaron las actividades de control de la emergencia y recabaron información para iniciar un procedimiento administrativo en materia de emergencias ambientales y suelos contaminados en contra de la empresa.
De acuerdo con el boletín de la Procuraduría Federal, la fuga de ácido clorhídrico provino de dos tanques de almacenamiento de cinco mil litros cada uno, de los cuales se derramaron aproximadamente ocho mil litros.
Ambos tanques con la sustancia se encontraban al interior de una bodega de almacenamiento.
Los tanques de almacenamiento contaban con un dique que fue insuficiente para contener el material derramado, por lo que el ácido se fugó por algunos orificios que había en la pared de la bodega, afectando un terreno baldío vecino al almacén.
Las autoridades municipales confirmaron que el ácido clorhídrico era empleado en los procesos de producción de una empresa dedicada a la elaboración de concretos, ubicada en el parque industrial oriente.
La Profepa a su vez confirmó que se llevó a cabo el trasvasado de remanentes de los tanques en lotes de mil litros, los cuales fueron enviados a una empresa en el Nuevo Parque Industrial San Juan del Río.
Durante las labores de contención de la fuga iniciadas la noche del 16 de enero se acordonó la zona y se evacuaron alrededor de 30 personas.
Luis Enrique López confirmó que el 29 de enero se llevó a cabo la remoción final de la tierra afectada por la fuga de ácido clorhídrico, luego de los trabajos de limitación del derrame y de la generación de un dique de contención en cuyas acciones participó la delegación de la Profepa en la entidad.
Los residuos derivados de dicha fuga fueron trasladados a un centro especial de confinamiento de materiales peligrosos ubicados en San Luis Potosí.
A su vez, la Profepa solicitará la caracterización del sitio para determinar si aún hay contaminación del suelo donde ocurrió el derrame.