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Ante la presencia de cientos de personas y como parte de las festividades de la Virgen de El Pueblito, en Corregidora, se celebró este domingo 1 de febrero, la repartición del tradicional “caldo”, evento que estuvo encabezado por el presidente municipal, Mauricio Kuri y autoridades eclesiásticas.
Desde muy temprana hora, los habitantes del ayuntamiento, en las viviendas ubicadas sobre calle Madero, se prepararon para repartir entre los corregidorenses este alimento, preparado con carne, garbanzos, arroz, además de otras legumbres.
De acuerdo con la tradición de estas festividades, el caldo se debe servir en lunes a las 14:00 horas, en el domicilio del Primer Mayor. La carne es obtenida de los animales que un día antes encabezaron el Paseo del Buey.
El área de turismo del ayuntamiento, refiere que dicha tradición es una convivencia que se ofrece a todo el pueblo sin distinción y que se sirve en una sola mesa compartida, en donde se sienta el presidente municipal, sus invitados y autoridades eclesiásticas.
En este sentido, fue en punto de las 14:00 horas de ayer domingo, cuando el presidente municipal de Corregidora, Mauricio Kuri, caminó desde la antigua presidencia municipal a la Calle Madero, en donde junto con su esposa e integrantes de gabinete, se sentaron a degustar el guiso.
Antes de iniciar, la degustación del platillo, el párroco del santuario de la Virgen de El Pueblito, Miguel Campos, pido a la ciudadanía pedir con orden el caldo, esto después de haber realizado la bendición de los alimentos.
“Que esto nos haga unir más nuestra fe, nuestra vida social para caminar juntos y descubrir juntos nuestra voluntad, lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo”, señaló.
Posteriormente a la bendición, los habitantes procedieron a repartir el caldo, formados esperaban recibir este alimento, que después acompañaron con un tradicional pan de agua.
Cabe mencionar que las fiestas de El Pueblito iniciaron este sábado 30 de enero y concluirán el próximo domingo 7 de febrero.
Las fiestas patronales se organizan cada año y tienen como finalidad agradecer a la Virgen todos los favores recibidos en el transcurso del año y por su intercesión.
Asimismo, busca recordar el 5 de febrero de 1736, cuando la figura de la Virgen fue trasladada de su segunda ermita al santuario, por lo que decidieron iniciar esta fiesta en su honor.