Durante la misa Crismal realizada en la Catedral del estado, el Obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz, exhortó a los sacerdotes que conforman la Diócesis queretana, a reflexionar sobre su papel sacerdotal en la sociedad, renovar sus votos, mostrar a los católicos el rostro de Dios y ser modelos de la fe.

Este acto, de acuerdo con la Iglesia Católica, es celebrada por el Obispo con todos los presbíteros de la Diócesis, una homilía en donde se bendicen los Santos Óleos, aceites que introducen a la vida cristiana, además de que fueron 200 sacerdotes correspondientes a la Diócesis de Querétaro, los que renovaron sus votos de compromiso y fidelidad con Dios.

“Esta celebración es para nosotros los sacerdotes un oportunidad para que juntos y de manera personal renovemos las promesas que hemos hecho el día de nuestra ordenación y se favorezca la respuestas positiva de todos aquellos a quien Jesús los ha convocado a su amistad”, aseveró el Obispo.

Asimismo, señaló que los sacerdotes están obligados a una conversión constate, con el objetivo de escuchar lo que Dios les solicita para la vida y en pro de las comunidades que se les han encomendado y con ello poder construir el reino de Dios.

“Es oportuno que los sacerdotes sepan la razón por la cual nos hemos consagrado como sacerdotes, necesitamos renovarnos, volver al origen de nuestra vocación y cambiar aquellas actitudes y formas de ser que no corresponden a nuestra identidad sacerdotal, como una necesidad que nace de centrar nuestra mirada en Cristo y que nuestra Iglesia necesitan”, señaló.

Faustino Armendáriz explicó que los sacerdotes deben tener la fuerza para cuidar al pueblo que se les ha encomendado y con ello promover el bien de las almas en el Evangelio, con entrega y generosidad, que es lo que han prometido a Dios.

“Deben cumplir con el ejemplo sagrado de Cristo, no movidos por el deseo de los bienes terrenos, sino impulsado solamente por el bien de los hermanos, no por el mezquino afán de ganancia, sino de corazón, siendo modelos de la fe, por lo tanto no tengan miedo de llevar a Cristo a cada uno de los hombres, seguros de que toda palabra venido de la palabra de Dios, dará frutos”, asentó Armendáriz.

Y es que dijo, el anuncio del Evangelio es el mayor servicio que se puede hacer al hombre, despertando en el la fe, y la esperanza de que Dios está cerca y guía la historia personal y del hombre, ya que dijo, es esta la tarea que Dios les ha encomendado.

“Se trata de formar a Cristo en los creyentes, mediante este proceso de santificación que es conversión de los criterios de la escala de valores, para dejar que Cristo viva en cada hombre, porque cada presbítero sabe que es el instrumento necesario para la acción santifica de Dios y por ellos deben ser humildes y generosos”, destacó.

El grey de la Iglesia queretana, hizo la invitación a los sacerdotes que estaban presentes a hacer la llamada “ caricia de Dios” para cada persona, especialmente para aquellos que se encuentran lastimados por la vida, mediante la comprensión, escuchándoles y alimentándoles el alma con la palabra de Dios.

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