La Secretaría de Servicios Municipales reforzó el monitoreo y revisión a cerdos que ingresan al rastro municipal para su sacrificio ante la presencia de ejemplares sospechosos de portar diarrea epidémica porcina (DEP), informó el titular del área, Manuel Álvarez.
El funcionario dijo que hasta el momento no se han confirmado casos positivos del padecimiento en los animales que se han sacrificado en el rastro de San Juan del Río, sin embargo, se siguen enviando muestras de ejemplares en los que se detectó alguna anomalía en su estado de salud.
“No tenemos casos de diarrea epidémica porcina en el rastro municipal, sin embargo, cualquier animal que presente algunos síntomas es separado y analizado, al momento sólo hemos encontrado casos sospechosos sin que las autoridades sanitarias encargadas de los análisis nos hayan confirmado de un resultado positivo”, dijo.
La coordinación médica del rastro municipal a cargo de Mauricio Caldas detecta en promedio un caso sospechoso por mes en cerdos que son ingresados con alguna enfermedad, aunque Manuel Álvarez descartó que sólo sean sospechas de diarrea epidémica, sino que tienen otras afecciones propias de la especie.
Diariamente son sacrificados hasta 35 cerdos en el rastro municipal de San Juan del Río, que es considerado el segundo municipio con mayor producción porcina y comercialización de estos productos cárnicos derivados en la entidad.
Al igual que San Juan del Río, el municipio de Corregidora registra el mayor número de sacrificio de cerdos enel estado; ambas demarcaciones concentran 70% de matanza de puercos en Querétaro.
“Cuando se detecta un caso sospechoso de enfermedad en los puercos, por supuesto que se hace una revisión y los muestreos correspondientes para poder mandarlos a la Secretaría de Salud, estamos haciendo mayores revisiones en estas fechas, pero ya es obligatorio analizar a cualquier animal con síntomas de cualquier enfermedad”, dijo Manuel Álvarez.
El funcionario mencionó que mediante estas revisiones, hasta la fecha se puede garantizar que los productos cárnicos resultantes del sacrificio en el rastro pueden ser destinados al consumo humano, sin ningún implicar ningún riesgo de que se contraiga alguna enfermedad.