El uso lúdico de la marihuana en Colorado, Estados Unidos, no arroja resultados contundentes para que otros lugares entren al debate del mismo ejercicio, así lo indica el NIDA (Instituto Nacional del Abuso de Drogas por sus siglas en inglés): ¡no hay información necesaria! para tomar una decisión inteligente y que dé certeza de que la decisión dará resultados positivos.
Observemos lo que sucede en Colorado, que recientemente legalizó el uso lúdico, aun cuando hoy no se puede establecer una relación directa, científicamente comprobada sí hay hechos que destacan: por ejemplo, desde que esta legalización se dio el problema de indisciplina en las escuelas creció, el número de jóvenes consumiendo marihuana también aumentó, así como el número de divorcios y el número accidentes vehiculares.
Por si esto fuera poco, se estima que hay un crecimiento de la presencia de los cárteles mexicanos en Colorado, hay varias teorías y una de ellas apunta que esto induce un mayor mercado, es decir, la demanda de consumo genera la oferta en el mercado de los cárteles.
Otro tema es el de los impuestos pues es una manera de lavar dinero, los delincuentes manifiestan que como venden marihuana están justificando su dinero, pagan un impuesto y dicen que el dinero es limpio, aún y cuando el banco no los quiere recibir porque su gobierno no termina de aceptar esta comercialización.
Además, sigue presente el mercado negro porque los precios son más bajos que los del mercado legal, entonces no ha sido del todo exitosa esa medida para terminar con la venta clandestina de la mariguana.
En el caso de California, en donde también está la discusión de aprobar el uso lúdico de la sustancia, se trata de una medida acelerada ¿por qué? porque tal como lo indica el NIDA no se tienen resultados confiables todavía, el experimento de Colorado no tiene resultados contundentes, de inicio pareciera que son negativos y aun así California dio el paso.
También es importante tener presente que el consumo de la marihuana sí produce un daño en la salud, sobre todo en los menores de edad porque su cerebro es aún inmaduro; destacar que existe una creencia errónea que la mariguana por ser natural es menos dañina que el tabaco y no es así.
Es cierto que la industria tabacalera añade sustancias al tabaco para fortalecer la capacidad adictiva y así atrapar con mayor vigor a la persona que fuma, y es cierto que la marihuana no tiene esos aditivos, sin embargo, la marihuana por su propia naturaleza, su propia esencia tiene sustancias que también son cancerígenas tanto o más que lo que tiene el tabaco.
Hoy no se tienen todos estos estudios, pero sí se sabe que el humo de la marihuana es dañino para la salud. En ese comparativo de qué es más dañino puedo plantear una analogía: fumar tabaco es equivalente a arrojarse del piso 10 y fumar marihuana equivale a arrojarse del piso 7, el resultado es el mismo, el daño a la salud es innegable y eso está científicamente comprobado.
Si partimos de esta base tenemos que tener presente que no es una sustancia que no queremos ver dañando a las personas.
Sobre abrir el debate en México, también es importante tomar en cuenta que las instituciones son completamente diferentes a las que hay en Estados Unidos: desde cómo operan, la fuerza que tienen, el respeto que los ciudadanos tienen hacia la institución, incluso por el tema de corrupción.
Hoy los jóvenes están consumiendo más drogas legales en el país puesto que son más accesibles, esas están en la esquina como el alcohol, tabaco, el mal uso de medicamentos incluso controlados, inhalantes, si volvemos legal la marihuana ésta necesariamente se hace más accesible y por tanto serán más personas las que la consuman.
Además, empezamos a observar un cambio en el consumo de drogas en donde el alcohol sigue siendo una droga de entrada, pero tenemos que menores que no fuman tabaco están empezando a fumar marihuana.
En el consumo tenemos tres etapas: la primera etapa era el consumo de alcohol y tabaco, la segunda es la marihuana y en la tercera son otras sustancias como metanfetaminas.
Lo que vemos hoy, sin que sea mayoritario, es cómo los menores de edad están consumiendo de alcohol y se están saltando fumar tabaco para pasar directamente a la mariguana por la creencia de que al ser natural no produce daños.
En 2011 en Querétaro, alumnos de primaria de quinto y sexto grado se reconocían como fumadores diarios 3.8% de los alumnos que dicho sea de paso es el doble de la media nacional que es de 1.9%; la marihuana lo probó 2% de esta población, cuando el promedio nacional es 1.2%.
Aunque el tabaco sigue predominando vemos que la marihuana está repuntando en el consumo.
Otro de los argumentos es la legalización como estrategia para combatir el crimen organizado, cosa que no ocurrirá, porque la venta de marihuana es solo uno de los brazos de los grupos criminales.
A esto se suma el amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para respetar el derecho de consumir marihuana, bajo el principio de hacer con tu cuerpo lo que quieras a cuatro personas; está bien que tengas derechos siempre que no dañes a terceros, en la analogía anterior podemos decir que ‘si quieren aventarte del edificio, hazlo, lo que no se vale es que le caigas encima a alguien’ y el consumo daña a la familia, a la sociedad.
Si conjuntamos todos estos aspectos, incluidos el institucional, podemos concluir que México no tiene las condiciones para entrar en ese debate.