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Piden instalar rejillas en puesto de comida

Piden instalar rejillas en puesto de comida
03/02/2013 |00:46
Redacción Querétaro
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Vendedores de carnitas y alimentos en la delegación de Santa Rosa Jáuregui, deberán colocar en sus negocios las llamadas “trampas de grasa” o rejillas, que evitan la solidificación de aceites, a fin disminuir la contaminación del agua.

El director de Ecología de la Secretaría de Desarrollo Sustentable en el municipio de Querétaro, César Chávez Nava, informó la meta es que 50 comerciantes cuenten con estas rejillas para lograr que el agua sea tratada y reutilizable.

Los esfuerzos, mencionó, se enfocan en negocios de comida ubicados en las delegaciones de Puerto de Aguirre, La Estacada, Monte Negro, Jofre y Jofrito.

“Estamos interesados en la parte ambiental. Sobre todo en los residuos. La experiencia que se tuvo en Santa Rosa Jáuregui, bueno, se nos pidió reforzar los trabajos y ya se han otorgado tres talleres a los comerciantes, en donde se les ha mostrado los beneficios que dan las trampas de grasa”, destacó Chávez Nava.

El funcionario municipal señaló que las trampas de grasa son indispensables para mantener los sistemas de desagüe de la ciudad sin obstrucciones. Por ello, son requeridas por todo tipo de establecimiento en el cual se cocine, ya sea restaurantes, hoteles, o cafeterías.

Incluso, el reutilizar la grasa generada en un establecimiento puede ser redituable para los comerciantes, ya que se puede vender y con ella elaborar algunos jabones o productos de belleza.

El director de Ecología destacó que los cursos otorgados en la delegación de Santa Rosa Jáuregui, dan a conocer a los comerciantes sobre los beneficios que tiene al medio ambiente el usar las trampas de grasa.

“Y no sólo para algunos de Santa Rosa Jáuregui. Inclusive en localidades que tenemos conocimiento que sacrifican el ganado y los desechos los tiran directamente al drenaje”, expresó el titular de Ecología.

Actualmente, se estima que 100 comerciantes de carnitas en la zona, de los cuáles, menos de 50% cuentan con las rejillas.

Otro de los problemas que se presenta en la matanza de animales para consumo humano, es que la sangre y las vísceras son arrojadas de igual manera al sistema de drenaje y no existe un proceso de separación.